El tiempo invertido para actividades como transacciones monetarias o para compartir información con determinadas personas, que antes se realizaba en horas, ahora se ha reducido gracias a la conectividad, no obstante, hay desventajas como la exposición de datos que puede ser usada con fines malignos.
En 2017, el poder de quienes acceden a la información sensible, ya sea para paralizar procesos en las industrias y organizaciones o para secuestrar información, se mostró al menos en tres ocasiones de manera masiva.
En el mes de mayo, se vivió el ataque a WannaCry, y el NotPetya, en octubre, sin olvidar lo sonado que resultó Mirai como responsable por ataques de Negación de Servicio a los dispositivos conectados a Internet de las Cosas (IoT).
En la recta final del año, es importante no sólo hacer el recuento del daño ocasionado por estos programas maliciosos, sino detectar que éstos han mostrado únicamente una parte de las amenazas que realmente existen en internet.
La empresa en ciberseguridad Fortinet señaló en su reporte del Panorama Global de Amenazas que 79 por ciento de las compañías sufrieron ataques severos en el tercer trimestre del año , además de que se detectaron más de 14 mil variantes de malware únicas de dos mil 646 familias distintas y 245 botnets, sumado a las 145 vulnerabilidades diarias.
Por su parte, Kaspersky señaló que sus expertos detectaron diariamente la presencia de más de 300 mil archivos maliciosos durante 2017, lo que significó un aumento de 11.5 por ciento respecto a 2016.
El líder de Fortinet México, David Ramírez, dijo que aunque hubo ataques muy sonados en los medios, en el año en curso, las organizaciones buscaron cómo protegerse de los ciberdelincuentes y esto permitió que muchas amenazas se detuvieran a tiempo o que se pudiera actuar con rapidez.
“Por cada amenaza que no fue detenida, hay muchas que fueron detenidas y que no generaron afectaciones de ningún tipo. Este año hubo muchas amenazas y muchos ataques bastante críticos, sin embargo, los que se llevaron la palma en cobertura de afectación a los usuarios fueron WannaCry y NotPetya”, mencionó.
De acuerdo con el experto, tanto WannaCry como Petya usaron la puerta abierta de una vulnerabilidad pública para afectar a miles de computadoras en distintas partes del mundo. El primer malware secuestraba información a cambio de un rescate y el segundo se puede considerar una prueba de alcance, ya que sólo dejó a los equipos afectados inservibles.