El entrenador deportivo de una escuela secundaria de Denver, en Estados Unidos, está bajo investigación policial por obligar a sus alumnas a realizar ejercicios dolorosos en extremo. Esas prácticas les provocaron lesiones a algunas de las niñas que participaban en el campamento de cheerleading de East High School en el pasado mes de junio.
La indignación general sobrevino cuando la madre de Ally Wakefield hizo público el vídeo donde se ve a su hija siendo forzada por sus compañeras e instructores a lograr un split. Ante la imposibilidad de la niña de 13 años de lograr la apertura de piernas en 180 grados, grita desesperadamente: “¡No, no, no, no puedo! Por favor, para, por favor, para”.
La mamá de Ally explica en una carta que su hija y otras chicas fueron forzadas al entrenamiento que sólo podían evadir si tenían un certificado médico. “Así es como Ally se lesionó la pierna”, asegura Kristen Wakefield. “Mi esposo y yo queremos saber qué va a hacer el gobierno sobre la lesión de mi hija y la manera en que sucedió”.
El Superintendente de Escuelas Públicas de Denver, Tom Boasberg, dejó clara su posición al respecto: “Quiero reiterar en términos inequívocos nuestro compromiso con la seguridad de nuestros estudiantes. Prohibimos absolutamente cualquier práctica que ponga en peligro la salud física y mental de los alumnos. No permitiremos ninguna situación en la cual un estudiante sea forzado a realizar una actividad o ejercicio más allá del punto en el que expresen su deseo de parar”.
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