Más de 80 mil tramites de registros y permisos sanitarios se encuentran rezagados por la ineficacia de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), situación que pone en jaque a emprendedores, investigadores, universidades, a empresas nacionales y en menor grado a internacionales, causando un efecto negativo a la inversión y generación de empleos en nuestro país.
En este sentido, José Alonso Novelo Baeza, titular de la Cofepris, se justificó y explicó que los más de 80 mil trámites tienen retraso por falta de personal y trabajo heredado desde 2006, además de acusar a la industria farmacéutica de no hacer una entrega correcta de la documentación requerida.
Sin embargo, fuentes de la industria farmacéutica consultadas en exclusiva, niegan lo anterior, aseguran que existe un atraso de alrededor de 22 mil 500 trámites de registros sanitarios y permisos de importación de materia prima y producto terminado. Por su parte, el sector tequilero, ha informado que son más de 15 mil los trámites que están frenados y por si fuera poco, la industria de los alimentos, incluyendo el sector agrícola, afirman que se mantiene cerca de 30 mil expedientes en standby, gracias a la incompetencia de Cofepris. En el caso de los innovadores e investigadores nacionales, ha sido años de peregrinar en trámites y costos, para obtener sus registros en la Cofepris, que terminan en muchas ocasiones desistiendo de sus proyectos, quienes en el mejor de los casos acaban regalando al mejor postor sus inventos.
Las asociaciones y cámaras de diferentes industrias han explicado que desde el 1 de diciembre de 2018, todos los trámites ante la Cofepris fueron frenados bajo el argumento del combate a la corrupción, sin ningún resultado hasta ahora.
Luego de la primera reunión del grupo de trabajo en salud en el Consejo de Fomento a la Inversión, el Empleo, y el Crecimiento Económico, el viernes 2 de agosto, Novelo Baeza, ordenó a su equipo cancelar todo tipo de acercamiento con las industrias farmacéuticas, de alimentos y bebidas. Su parecer le duro poco, pues el mismo 5 de agosto, la Canifarma y la AMIIF se reunieron en la oficinas con el titular de la Cofepris.
