Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno ¡Feliz año nuevo! ¡Suenan las campanas y a comer uvas! Una por cada mes del año que inicia. Con cada uva un deseo… felicidad, salud, amor, familia, paz … y esta escena se repite a lo largo y ancho de nuestro país en cientos de cenas familiares. ¿Con semilla, sin semilla? ¿Un espumoso? ¿Vino tinto o blanco? ¿Y de dónde salen todas estas uvas?
De acuerdo a la Organización Internacional de la Viña y el Vino en 2016 existían en el mundo 7.6 millones de hectáreas sembradas de uva. Cinco países concentran 50 % de los viñedos del mundo: España con 14%, China 11%, Francia 10%, Italia 9% y Turquía 7%.
¿Alguno de ustedes ha probado uvas de China o algún vino elaborado en ese país? Resulta que, en cuanto a producción de uva, con datos de la Sagarpa, China en el 2016 ocupó el primer lugar con 12.5 millones de toneladas de esta rica fruta. México produjo 246 mil toneladas en ese mismo año.
En cuanto a producción de vino si bien España es el líder en producción de uvas, en el 2016 Italia se colocó como el primer productor de vinos a nivel mundial con una producción de 50.9 millones de hectolitros seguido por Francia con 43.5 millones y España con 39.3 millones de hectolitros. Y si se preguntaban cuál es el país que más consume vino en el mundo, la respuesta es muy sencilla: Estados Unidos.
En efecto, así como en la cerveza y muchos otros productos, nuestros vecinos del norte son los consumidores más importantes. Una razón más para no perder de vista el Tratado de Libre Comercio.
Nuestros amigos del norte consumen nada más y nada menos que ¡31.8 millones de hectolitros al año! El 13.2 % del consumo mundial de vino, seguido por Francia con el 11.2%, Italia con 9.4%, y 7.2% de China. Como podemos ver en estas cifras, el mercado del vino es un mercado muy atractivo para los productores de todo el mundo. De ahí que, en nuestro país en los últimos años, se esté dando un boom en este sector. En nuestro país existen actualmente 1950 productores y 207 empresas vitivinícolas.
En 2016, según datos obtenidos del Consejo Mexicano Vitivinícola, por primera vez en México consumimos más vinos mexicanos que españoles. Y si echan a volar su memoria, recordarán que hace poco más de veinticinco años, prácticamente el mercado del vino en nuestro país era español, las generaciones de nuestros padres crecieron tomando vinos tintos españoles y alemanes. Hoy en día podemos ir a cualquier supermercado o tienda de vinos y encontraremos una gran variedad de vinos de países como Argentina, Chile, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Italia, Uruguay… en fin, de muchos viñedos con distintas variedades de uva.
Para los próximos años, el sector vitivinícola, así como la SAGARPA esperan un crecimiento de 30 % en la producción, lo que va a implicar un aumento significativo en el cultivo de esta fruta. Cabe señalar que en cuanto a uva de mesa Sonora es el principal productor y en cuanto a uva industrializada ya sea para vinos, jugos o jaleas, Zacatecas ostenta el primer lugar. A lo largo de los años hemos visto como Baja California se ha ido perfilando como un gran productor de vinos, pero si les gusta este producto podrán probar vinos de Zacatecas muy buenos, así como vinos de Coahuila que están dejando un muy buen sabor de boca.
Así que ahora ya saben cada 31 de diciembre a brindar y comer uvas mexicanas, y si de campanadas y deseos se trata, para los financieros y economistas además de la salud y la felicidad, estarán en este 2018 los deseos de una inflación baja, incremento en el Producto Interno Bruto, mejor precio del petróleo, mayor consumo, mayor inversión extranjera, estabilidad en el precio del dólar… digo ya viene el día de reyes y se vale pedir. ¡Bienvenido el 2018!
