Cuando desaparece alguna persona debido a diversos motivos, se activan los protocolos de búsqueda en un afán noble de colaborar en su localización. La Alerta Ámber ha sido una herramienta de información que al menos ha permitido estar enterados de en qué lugar desaparecen las personas, sus características físicas, sus señas particulares y los números de contacto para comunicarse en caso de contar con alguna información.

Sin embargo, resulta urgente que exista una capacitación real a las personas y que sean aptas para brindar información útil en el momento que ocurre una desaparición, sea de cualquier persona; sexo, edad, condición económica y ubicación geográfica, y que esa información permita tener un margen amplio de posibilidades, así como contactos que faciliten la búsqueda.

Pero, ¿qué pasa cuando la prioridad es dar a conocer un logro gubernamental y que se destaque más la localización de una menor que se había salido de la primaria, a través de drones, y su efectividad en esta búsqueda, que el hecho de cuestionar las medidas de seguridad de los planteles educativos?

¿Pues quien chingados es el dueño de la escuela que no se cuestiona la negligencia de las autoridades educativas ante el bochornoso extravío de una pequeña?

Esta niña de nueve años logró salir de su escuela sin que nadie la viera ni notara su ausencia, y fue muchas horas después cuando se le ubicó en una colonia cercana a su institución particular.

¿Qué hubiera pasado si la historia hubiera tenido otro desenlace? ¿A quién culpar? ¿Cómo actuar o cómo prevenir a estudiantes y docentes ante hechos similares?

¿Alguien se ha preguntado las razones que tuvo la pequeña para salir casi huyendo de la escuela?

¿Será un caso más de bulliyng del que la niña escapaba?

Qué bueno que este instrumento tecnológico haya colaborado en la localización de esta pequeña, qué bueno que se actuó con oportunidad y un dron pudo ubicar a través de la cámara, la altura y el trazado de las calles a una menor que corrió un muy grave riesgo, y qué bueno además que a través de este monitoreo aéreo se lograra evitar una tragedia.

No cabe duda que la tecnología puede facilitar muchos procesos pero que no sean motivo para destacar algo que se logró evitar sin consecuencias negativas; sin embargo, habría que cuestionar si los protocolos de búsqueda sean tan eficientes, y se utilice también para detener otros sucesos de riesgo como accidentes automovilísticos, atentados, violaciones, robos y secuestros.

Ya dieron muestra las autoridades de seguridad de que trabajar en equipo da buenos resultados y que son chingones cuando quieren.

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS

Un día como hoy nació Antonio López de Santa Anna, quien fue presidente de México en 11 ocasiones, aunque algunos autores dicen que sólo fueron seis. Lo que sí es un hecho es que este emblemático mexicano, catalogado como un político y militar, además de un dictador, a lo largo de su carrera política militó en varios partidos contrarios y fue gobernador de Yucatán y Veracruz.

¿Dónde se habían visto esas conductas chapulinezcas?

Y esto viene a cuenta porque algunos políticos, en esta alocada carrera electoral del primero de julio, han demostrado que aquello de la lealtad hacia algún partido o candidato quedó atrás y al mismo estilo de Santa Anna se cambian de partido, renuncian al suyo, asumen varios puestos a la vez, quizá anhelando lo que este mexicano experimentó, sin tomar en cuenta que años después fue derrocado sin poder evitarlo.

Allá ellos y su mala cabeza. Aunque creo que les vale madre.