Querido lector, lectora que nos sigue cada domingo en esta columna, hoy escribiré sobre un tema un poco diferente a lo que cada semana escribo. El próximo martes 2 de julio, tendremos un eclipse solar total y vamos a analizar un poco lo que significaban para nuestros ancestros los eclipses. A pesar de que la ciencia ha avanzado, cuanto más conocimiento hay sobre estos fenómenos, menos temor sentimos, aunque, a decir verdad, existen ciertas leyendas de nuestros antepasados referentes al cosmos y a los eclipses.
Los eclipses solares son eventos que han fascinado a los seres humanos desde tiempos inmemoriales, pero antes de que los estudios científicos nos ayudaran a darle sentido a nuestro entorno, las civilizaciones antiguas les temían y reverenciaban por igual.
Los aztecas y los mayas dejaron narraciones sobre combates estelares entre los dioses por obtener los mejores sitios en el universo; en el clásico de Homero La Odisea, hay una referencia a un eclipse que dice: “El Sol ha muerto en el cielo y una maligna niebla todo lo cubre”. Recordemos que venimos de grandes astrónomos, observadores del cielo, todas nuestras culturas ancestrales, incluyendo toltecas, olmecas, aztecas, mayas, siempre han sido grandes observado-res y adquirieron grandes conocimientos de astronomía y algo que estudiaron mucho fueron los eclipses, sobre todo eclipses solares, porque representaban la muerte de los dioses, un hecho catastrófico en su civilización.
En Babilonia, ocurrió el eclipse más antiguo que se ha logrado fechar con exactitud, el llamado eclipse de Babilonia.
“Se transformó el día en la noche, el 26 del mes de Sivan, en el séptimo año del reino y hubo un fuego en medio del cielo”, narran las escrituras.
Una referencia de la Biblia, en el Apocalipsis, relaciona los eclipses de Sol y de Luna con los terremotos, lo puedes buscar si te gusta leer la Biblia.
Estamos en una sociedad donde todo esto lo vemos en la lejanía, como algo normal, parte de la cotidianeidad y una vez que tienes un evento predecible, ya no supone la ruptura de la armonía en la naturaleza, una vez que se entiende, obviamente, se pierde el miedo y, entonces, entramos al espectáculo.
¿Sucede algo en la Tierra y hay cambios en el ser? Sí, siempre hay cambios, de hecho, los eclipses son parte de lo que somos nosotros, al final, debieran hacernos tener una introspección para entrar en armonía, siempre los eclipses y todos los eventos astronómicos provocan algo, tanto en la Tierra como en nosotros, y yo creo que debemos aprender en estos días señalados, por ejemplo, el de este eclipse, a hacer una pequeña introspección, más allá de los rituales. Te invito a que busques en estos días tan especiales el equilibrio interno, debemos admirar a nuestras culturas, conocer un poco de ese basto conocimiento de ellas, que nos sirvan estos eventos para mirarnos hacia adentro.
Debemos entrar en ese conocimiento religioso-astronómico, astronómico-religioso de nuestros antepasados y conocerlo, porque esto, para ellos mismos, servía para determinar muchas cosas que influían en su vida: periodo de huracanes, lluvias, inundaciones e, incluso, el arte de la pesca; al final, todo esto nos sirve para saber de dónde venimos, son nuestras raíces, en las que hay muchos temores y muchos mitos infundados.
Cuando tengamos eclipses, meditemos y, si tenemos oportunidad de verlo, disfrutémoslo y demos las gracias a quien corresponda por darnos la oportunidad de verlo y disfrutar. Realmente son eventos astronómicos únicos, que generan muchas situaciones, muchos pensamientos, muchos rumores; he escuchado por ahí que va a cambiar tu vida y demás, olvídense de eso, la energía que desciende de un eclipse es una energía muy fuerte, muy densa y a muchas personas les puede afectar, incluso, a muchos animales les afecta.
Tomemos todo en cuenta para entrar a ese conocimiento de nuestras raíces, entrar a ese conocimiento que nos dará sabiduría y una mejor comprensión de lo que son estos fenómenos.
Espero que esta información te sea útil, que te ayude a comprender un poco más y, sobre todo, investigues un poco más de nuestras raíces, sobre todo toltecas, somos un pueblo orgullosamente tolteca con unas raíces muy firmes y que nos ayudan a tener una mejor comprensión de nosotros mismos y de lo que nos rodea.
Como siempre, les deseo larga vida, salud y prosperidad.
Hasta la próxima.
Alberto Tristany Zarauza
