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Hace (71) meses
INTROSPECCIÓN, UN MOMENTO PARA REFLEXIONAR…
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“Libertad es poder decir sí o no; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de qué estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás comprender.” Fernando Savater. Alusivo a este pasado 10 y próximo 15 de mayo, donde conmemoramos el día de las madres y del maestro respectivamente, valdría la pena retomar algunas refl exiones de Fernando Savater Martín, fi lósofo y escritor, nacido en San Sebastián – país vasco- en algunas de sus conferencias y libros como Ética y ciudadanía y El valor de educar , en el apartado que titula El eclipse de la familia nos desglosa con mucha profundidad el papel que juega la familia primordialmente, la escuela y el entorno social en la educación y desarrollo de los niños. Los niños pasan mucho más tiempo fuera que dentro de la escuela; la Infl uencia educativa de su entorno familiar y de su medio social es trascendental en su formación, en la familia aprende a convivir (socialización primaria) y en la escuela aprende a trabajar en equipo e integrarse con amigos (socialización secundaria). El clima familiar donde desarrolla su afectividad y la enseñanza se apoyan más en el contagio y en la seducción, que en lecciones objetivamente estructuradas. El aprendizaje familiar aparece como instrumento de coacción, de tal forma que el niño crece arropado con ese abrazo que percibe de su familia y el miedo a dejar de ser amado, a estar o sentirse solo. Johann Wolfang Von Goethe, poeta, novelista, dramaturgo y científi co alemán, cofundador del romanticismo, nos dice: da más fuerza saberse amado que saberse fuerte. La educación familiar funciona a través del ejemplo, no por sesiones discursivas de trabajo. La palabra convence, el ejemplo arrastra. En los hogares modernos de los países desarrollados cada vez hay menos mujeres, ancianos y criados; y eran los que más tiempo pasaban en casa con los niños. Hoy en día hay un fanatismo por lo juvenil en los modelos de comportamiento. Los principios y prejuicios van mezclados. Los niños acceden a la escuela con un núcleo básico de socialización insufi ciente. La vejez, que se determina por ese testigo infalible a l que llamamos canas, al deterioramiento de nuestra piel y músculos, no la asumimos como algo natural, nos resistimos a ella, la queremos postergar; la madurez, esa aleación de experiencia entendida como el aprendizaje por la vía del placer y el dolor, paciente escepticismo, moderación y sentido de la responsabilidad se menosprecia de manera preocupante. Existe una crisis de autoridad en las familias. El viejo y sabio reconocido refrán de que para saber mandar hay que saber obedecer, entendiendo el verbo mandar como ayudar a crecer, se ha devaluado. Si los padres no ayudan con su autoridad amorosa a crecer y a prepararse para ser adultos, serán las instituciones públicas las que se vean obligadas a imponerles el principio de realidad, no con afecto, sino por la fuerza. El temor es el principio de la sabiduría. El saber humano comienza con la certidumbre aterradora de la muerte. El objetivo de la educación es aprender a respetar lo que iniciamos por temor. La conciencia tiene su origen en el miedo. Neil Postman, sociólogo y crítico cultural estadunidense, en su libro El fin de la educación: una nueva definición del valor de la escuela nos dice: La televisión es la causante de la desaparición de la infancia. El problema no estriba en que la tv no eduque lo suficiente sino en que educa demasiado y con una fuerza irresistible. La tv ha terminado con ese progresivo desvelamiento de las realidades feroces e intensas de la vida humana. El niño crecía en una obscuridad acogedora. La tv rompe tabúes y lo cuenta todo. Los niños ven en pantalla sexo, guerras, se enteran de que los políticos mienten o de que otras personas se burlan de cuanto sus padres les dicen que hay que venerar. La función educativa de la autoridad paternal se eclipsa. No hay nada tan educativamente subversivo que la tv. La educación sirve para despertar un cierto escepticismo científi co, para llegar al máximo de conocimiento con el mínimo de prejuicios. La ética y religión son factores fundamentales en la educación y formación de nuestros hijos, de nuestros niños. Pretendo con toda humildad hacer un análisis de ambos conceptos y exponer porqué la ética es y debe apreciarse como una herramienta mucho más útil y objetiva para la formación de nuestros futuros ciudadanos, con un respeto absoluto, por supuesto, a todas y cada una de las diferentes corrientes religiosas, práctica de dogmas y de fe. La ética como alternativa laica a la asignatura de religión y porqué los valores morales por vía indirecta son insufi cientes. El objetivo de la ética es que quiere una vida mejor, el de la religión es que busca algo mejor que la vida; el método de la ética es la razón y la experiencia, el religioso es a través de una revelación divina; la ética es cosa de todos, la religión de unos cuantos; la ética se enseña a través de principios racionales que todos podemos comprender y compartir, la religión impone doctrinas que sólo unos cuantos aceptan como válidos; la ética es descriptiva, la religión es prescriptiva; la ética busca informar a estudiantes, la religión busca formar creyentes; la ética la ejercen especialistas en historia, fi losofía, antropología, cívica y ética; en la religión profesores vinculados a diferentes obispados. La ética es objetiva, la religión es subjetiva. Ustedes refl exionen. La educación sexual es imprescindible. Los niños crecen en un contexto de imágenes desvergonzadas, no en el recato y el pudor. Informar con claridad y sentido común no es una incitación al libertinaje, sino una ayuda para evitar que se produzcan víctimas por ignorancia (embarazos no deseados). La mera información orgánica no es sufi ciente para la realidad erótica, pues poco dice del matrimonio, prostitución, pornografía, homosexualidad, paternidad, ternura sensual y otras verdades carnales. La presencia de sustancias prohibidas en nuestra realidad es innegable, este nuevo debate que está en el interés de la sociedad en general, de la autorización o no por parte del estado del uso de la marihuana en ciertas hipótesis nos debe poner en alerta. Esta arbitraria prohibición resulta ya no efi caz sino del todo contraproducente. En la escuela se puede enseñar los usos responsables de la libertad, no aconsejar a los alumnos que renuncien a ella. Cada elección determina decisivamente la orientación de nuestras elecciones futuras y ello no es un argumento contra la libertad sino el motivo para tomarla en serio y ser responsable. Por el momento termino mi participación en este fi n de semana compartiendo con ustedes otra frase de este distinguido escritor: “Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.” APRECIABLES LECTORES, MI PUNTO DE VISTA ES Y SERÁ SIEMPRE SÓLO LA VISTA DE UN PUNTO. HASTA PRONTO. ES CUANTO.

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