El Índice Global de Impunidad IGI-Mex 2018 elaborado por el Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia de la Universidad de las Américas-Puebla (Udlap) difundido en marzo del año pasado señala que “el país tiene un déficit de estado de fuerza de policías operativos estatales de un 50.86% . Esto quiere decir que México tiene la mitad de los policías preventivos estatales que debería tener, según lo que establece el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). El estado real de fuerza operativo es de 120 mil 1 policías estatales. México necesita un estado de fuerza real operativo de policías estatales de al menos 235,944 elementos”.
Y el presidente Andrés Manuel López Obrador dio hace algunos días el banderazo de arranque a la campaña de reclutamiento que busca que 50 mil jóvenes se incorporen a la Guardia Nacional que próximamente se fundará a la que serán adscritos 30 mil policías militares, 10 mil policías de la Marina y 20 mil de los casi 57 mil policías federales.
Tomando en cuenta todos estos números, el país tiene hoy 102 mil policías estatales que aprobaron la evaluación respectiva y tendrá 110 mil activos en la Guardia Nacional, ninguno de los cuales es actualmente un policía capacitado para actuar eficaz y efectivamente en vista de que los policías estatales están mal capacitados, los policías militares y marinos están entrenados para realizar sus tareas dentro del ámbito castrense y los civiles que ingresen a la Guardia carecen por completo de los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar adecuadamente sus responsabilidades policiacas.
Para remediar esa falta de conocimientos y habilidades, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Sandoval González, anunció que los integrantes de la Guardia Nacional recibirán un adiestramiento policial especializado y una capacitación en materia de Derechos Humanos. Añadió que dicho adiestramiento consiste en tres ejes: 1. Axiológico, que destaca valores y virtudes, incluyendo la disciplina militar y Derechos Humanos, 2. Técnico profesional, que incluye adiestramiento policial y especializado, y; 3. Operacional.
Por su parte, el secretario de la Marina, José Ojeda Durán, explicó que “respecto al adiestramiento policial, se implementarán materias específicas para desarrollar competencias afines encaminadas a proteger a la población, que permitan disponer de una institución policial de acercamiento y atención social, con personal debidamente certificado para prevenir el delito”.
Todo lo anterior suena muy bien, pero sería conveniente que tanto el general como el almirante, junto con el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, den a conocer al público detalles del entrenamiento, como son el lugar en donde se capacitarán a quienes integren la primera generación de la Guardia Nacional, quienes serán los instructores y cuál es la experiencia de cada uno de ellos en las materias que les tocará enseñar, cuánto durará la capacitación inicial y cómo será la capacitación continua de los guardia, cuánto nos costará, en pesos y centavos, el adiestramiento de cada uno de ellos, entre otras cosas.
No sobre decir que la calidad del adiestramiento que reciba cada guardia nacional es fundamental para el éxito o fracaso de la nueva institución. Tampoco sobra recordar que la capacitación policiaca en México siempre ha dejado mucho que desear.
En Estados Unidos, el promedio del tiempo que se lleva para adiestrar a un policía es de 19 semanas -casi cinco meses-. En Alemania el adiestramiento tarda un mínimo de 130 semanas – poco más de dos años y medio. Tal vez eso explique porque los policías estadounidenses son más propensos a disparar sus armas y matar a personas que los policías alemanes.
Por eso, es importante saber qué tipo de adiestramiento recibirán los guardias nacionales. ¡Será similar al gringo o al alemán? Prefiero el segundo. También no estaría de más que también los policías estatales reciban esa misma capacitación.
