¿Darán la batalla a Morena?
 
Hace (51) meses
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El 2020 ya llegó y los alcaldes en turno se tienen que ir, se acabaron sus cuatro años de gloria y comienza su pesar para tratar de justificar los faltantes económicos ante las instancias fiscalizadoras y, en materia política, tendrán que buscar mejores explicaciones del porqué de su inoperancia.

La renovación en puerta se antoja difícil, no para los electores, sino para los partidos políticos que tendrán que reinventarse y hacer sus mejores machincuepas para distraer al electorado y no se fijen en los candidatos de Morena.

En esa reinvención, por ejemplo, el Revolucionario Institucional está reuniendo a su militancia bajo la premisa de trabajar para un rescate, “ahora que ya no están los de siempre”, aquellos que durante 90 años ocuparon los cargos y las candidaturas para su familia, para los hijos de los socios, para el compadre, para la amante o la esposa.

Las figuras patriarcales que hundieron al tricolor por sus desmedidas ambiciones económicas apenas asoman la cabeza con miedo ante el reclamo de los propios priistas y, en algunos casos, por temor a que las autoridades judiciales les finquen cargos por desvío de recursos públicos.

Hay un margen de organización en un ambiente de libertad, según algunos de los operadores que ya son tomados en cuenta sin necesidad de obediencias ciegas.

Fueron muchos los que se fueron, por ejemplo, el SNTE, que fue a echar porras en el primer informe de AMLO en el Zócalo; la FSTSE ahora dirigida localmente por la sempiterna dirigente de Salud, Sonia Ocampo, según su propio dirigente nacional Joel Ayala; el olverista exdirigente del CDE, Ricardo Crespo; el activista José Luis Lima Morales; el exdiputado Canek Vázquez, vamos, hasta el exsecretario del Despacho del Gobernador, Israel Félix, ya no aparece entres los priistas.

Hay otros, los que denostan, pero no construyen; el ejemplo es Roberto Pedraza, líder de los hñäñhu, que carece de fuerza “porque ni siquiera ha logrado rescatar del panismo a Ixmiquilpan, que es su tierra natal”.

Y en este trabajo hormiga esperan ganar al menos 50 alcaldías, aprovechando el supuesto malestar social ocasionado por el gobierno federal. Bajo esta circunstancia política el gran elector será el propio gobernador Omar Fayad, que no está obligado a compartir decisiones con exgobernadores o grupos internos de presión.

En otros frentes, los históricos aliancistas del tricolor –PVEM y Panal— se han perdido en un mutismo, aunque el segundo de ellos, por los síntomas, podría descartar su fuerza de 37 mil activistas dinámicos.

Dentro de las filas del Partido Encuentro Social esperan que su líder e ideólogo Miguel Ángel Osorio Chong marque la directriz, luego de promover algunas agrupaciones civiles que podrían participar con las siglas de este instituto que actualmente cuenta con siete alcaldías.

Interesante se tornará la vigencia del nuevo partido dirigido por Elba Esther Gordillo que tiene en los primeros espacios de dirección al hidalguense Moisés Jiménez, que podrían dar la batalla a través de sus redes.

Y de los otros partidos, dispondremos espacio en la siguiente entrega.

Nimiedades: Tan débil se encuentra la Secretaría de Movilidad que obligó a los taxistas a poner letreros de apoyo a esta institución, y así, hacer presión social que impida la inminente llegada de Uber a Hidalgo.

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