Ya les gustó a estos hijos de su madre agarrar de puching bag a las mujeres sin que nadie les ponga un alto.
Ahora fue nada más y nada menos que el dirigente del Partido del Trabajo, don Arturo, quien de plano le puso una santa madrina a su expareja; aseguran, fue por cuestiones políticas.
La pregunta obligada: ¿Qué tan delicado fue el asunto como para mandar al hospital a su pareja? ¿Habrá votado por “quien tú ya sabes”?
Solo así se puede explicar que este sujeto, que al parecer ni siquiera estaba drogado o briago, arremetiera contra la excompañera de tal forma que le provocó severas lesiones en la cabeza y en la cadera.
¿Qué pasa por la cabeza de estos sujetos madreadores?
¿Qué moral pueden tener estos tipos que se eternizan en el cargo y con ello pareciera que se les da carta blanca para que pisoteen a quien se les ponga enfrente?
En el caso de esta mujer maltratada, fue la oportuna denuncia de una persona lo que alertó a las autoridades de la golpiza que le estaba poniendo este sujeto, qué si no ha sido por esa llamada providencial quizá otra fuera la historia.
El violento hombre ya fue detenido. Ojalá que haya un castigo ejemplar y que no pese más el cargo político en un estado donde todo apunta a la impunidad.
Casos de funcionarios manolargas abundan, aunque se cuidan mucho de sacarlos a la luz, no vaya a ser que empañen su fama de conquistadores o de sujetos de bien.
Baste recordar el caso del alcalde golpeador de Tepehuacán de Guerrero, Hilario Mendoza Benito, quien en diciembre de 2013 le puso santa madriza a su esposa, que la mandó al hospital con severas fracturas en la mandíbula.
A pesar de los señalamientos el hombre se paseaba por Hidalgo sin ningún recato y no fue castigado porque resulta que no era delito grave.
Al término de su administración el hombre fue encarcelado, pero no por violencia familiar, sino por el delito de peculado y, curiosamente, dos años después fue absuelto por los dos delitos, o sea aquí no ha pasado nada y que la mujer agradezca que solo la madreó poquito.
Funcionarios de alto nivel en diferentes secretarías y hasta legisladores tienen lo suyo.
Algunos de ellos no escapan a la tentación de ver qué se siente ponerle unos buenos chingadazos a su pareja, total, la ley se hace la ciega y la sorda ante los reclamos de justicia para la mujer.
Lamentable, en un estado donde una y otra vez se lucha por una vida libre de violencia.
Seguro que estos sujetos ni siquiera se han enterado que existe.
Lo que sí es un hecho es que los ataques a mujeres suben de nivel.
Ahí tienen el caso de la diputada electa del estado de Veracruz a quien sujetos armados le balearon su camioneta y luego la secuestraron cuando viajaba por la carretera México-Tuxpan, a la altura de Acaxochitlán.
O la doctora asesinada en la Huasteca.

¡¡¡¡YA BASTA DE MADREAR A LAS MUJERES!!!!

Palabras más, palabras menos.
Y ya que abordamos el tema de la violencia contra las mujeres, quienes de plano no tienen jefecita son algunos de los médicos que las atienden en clínicas del sector salud estatal y que sin ningún miramiento les hacen observaciones ofensivas.
A ver doctorcitos, ¿qué les parecería que a sus hermanas o a su madre el médico les diera un diagnostico con observaciones como “está usted bien fregada y así a su marido ya no le va a servir?
Sin consideraciones y mínimo tacto estos médicos lastiman la autoestima de las mujeres que acuden a la consulta.
Lo curioso es que estos pseudomédicos cada día 25 celebran llevando un atuendo naranja a la chamba, como si el color les pudiera quitar lo gandallas el resto del mes.