Javier Duarte de Ochoa pidió licencia para dejar su cargo de gobernador de Veracruz el 12 de octubre pasado. Un día después desactivó sus redes sociales y desapareció. Con él, se fueron su esposa Karime Macías y sus hijos Javier, Carolina y Emilio, los tres menores de edad.
Casi un mes después de que la familia Duarte Macías se esfumara de la faz de la tierra, el 11 de este noviembre, la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de 15 millones de pesos a quien ofrezca la información que permita la localización del exgobernador priísta, quien es acusado de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y los delitos que resulten de los dos primeros.
En su página de los más buscados, la PGR admite que “¿a pesar del amplio despliegue de elementos de la Agencia de Investigación Criminal para cumplimentar la orden de aprehensión, aún no se ha logrado conocer el paradero del probable responsable”.
Aquí cabe preguntarse por qué la PGR tardó tanto en actuar contra Duarte en vista de que desde hace más de un año se comentaba ampliamente sobre los delitos que supuestamente ha cometido.
Cualquier malpensado podría suponer que el gobierno federal no procedió antes contra el hoy prófugo precisamente para facilitar su escapatoria y desaparición.
Escaparse es fácil, como podría presumir Joaquín El Chapo Guzmán. Lo difícil es desaparecer. Y más difícil aun cuando el prófugo desaparece con otras cuatro personas, incluyendo dos niños y una niña.
Hay varios sitios en internet que le dan al lector diversos consejos para desaparecerse y huir de la autoridad, de la familia, de los acreedores o de quien sea. Al leerlas me queda claro que el desaparecer sin dejar rastro es algo bastante complicado.
En es.wikihow.com/desaparecer-por-completo puede verse por qué es tan difícil borrarse del planeta Tierra:
“Si vas a desaparecer, debes estar solo. Tus probabilidades de ser descubierto se incrementan drásticamente si intentas desaparecer junto con otra persona, sobre todo si es un niño.
“Deshazte de tus posesiones. Asegúrate de que quien sea que te persiga no pueda seguir tu rastro.
“Desconéctate. En el mundo actual, este paso es uno de los más imprescindibles.
“Deshazte de tus tarjetas. A partir de ahora deberás usar dinero en efectivo.
“Crea un pasado que confunda a todos los que empiecen a buscar tu paradero. Haz un plan a largo plazo. Por ahora tienes efectivo y un plan para las próximas 4 semanas, ¿pero ¿qué hay después de eso?
“Reúne tus recursos. Antes de desaparecer, asegúrate de tener lo necesario para sobrevivir. Utiliza dinero en efectivo para comprar suministros antes o después de desaparecer.
“Deja la ciudad. Una vez que estés listo, ¿a dónde irás? Si consideras irte fuera del país, investiga las visas o las regulaciones gubernamentales que deberás acatar… Si te vas a quedar en tu país, analiza las probabilidades de ser encontrado.
“Planifica tu desaparición… Comprométete con esta idea y dedica tiempo para planear tu desaparición con éxito.
“Desarrolla costumbres nuevas. Si no desarrollas una personalidad completamente nueva, caerás en los mismos patrones que te hicieron huir del primer lugar… Limpia tus huellas después de dejar un lugar. Al dejar los cuartos de hotel llenos de evidencia de tus huellas y fluidos corporales, te expones a una denuncia policial. A donde sea que vayas, haz que parezca que apenas estuviste ahí.
Parecería que a Duarte de Ochoa le dieron mucho tiempo para planear su fuga y desaparición. Se dice, se rumora y se comenta que a muchos funcionarios del más alto nivel no les convendría que el gobernador con licencia fuera capturado e hiciera públicas muchas de las travesuras que les conoce.
Pareciera que al veracruzano lo ayudaron a desaparecerse junto con su esposa y tres hijos. Algo que le resultaría muy complicado lograr si no contara con el apoyo de personas muy poderosas.