A 13 días de las elecciones federales 2018, me llama la atención el desarrollo de las mismas en la Ciudad de México, donde esta en disputa la Jefatura de Gobierno (hasta hoy gobernada por el PRD); de 16 delegaciones políticas, ahora llamadas alcaldías por decreto; concejales y diputados locales. Alrededor de 8 millones es el padrón de la ciudad de México, ¿cuál podrá ser la orientación que se espera de los electores capitalinos, que siempre han mostrado una madurez política? No será nada fácil predecirlo, a pesar del pleno declive del PRD, que hasta hoy gobierna esta ciudad.
Para darnos una idea de los posibles resultados, hagamos un análisis serio y objetivo, sin ninguna orientación política. Hace 21 años que el PRD, partido identificado entonces con la izquierda, logró arrebatarle al PRI el mando de la ciudad más importante del país, no tan solo por ser la capital de México y su significativo número de electores, sino además porque aquí se concentran los poderes políticos más importantes del país, y hasta la fecha continúa igual. Precisamente es con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del expresidente de México, el General Lázaro Cárdenas del Río, que el PRD gana las elecciones del DF en 1997, que posteriormente, al buscar la presidencia de la república, deja en manos de Rosario Robles el gobierno perredista del DF, hoy, por cierto, secretaria de Estado del Gobierno Federal, encabezado por el PRI.
Posteriormente el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, en el año 2000, logró apuntalar la fuerza del PRD en la Cdmx, al ganar las elecciones locales de la ciudad, y ejercer un mandato innovador y de grandes logros, quien por buscar competir en las elecciones presidenciales del 2006 deja la responsabilidad al economista de la UNAM Alejandro Encinas Rodríguez, quien demostró en el poco tiempo que se mantuvo al frente del gobierno de la Cdmx ser un efectivo y leal político para su partido. En este ascendente trabajo político de los perredistas, logran un tercer triunfo en la capital con Marcelo Ebrard Casaubón, un político experimentado que creció al lado de Manuel Camacho Solís, entonces destacados operadores del PRI, un 2 de julio de 2006, quien también logró conectar bien con la ciudadanía y presidir la Red Global de Ciudades Seguras de la ONU; sin embargo, al final de su sexenio empezaron a cuestionarle varias de sus acciones de gobierno, como el abuso de la grúas que arremetieron contra sus electores que lo colocaron en la silla, una cuestionada obra de la línea 12 del Metro, entre otras cosas; sin embargo, y a pesar del ello, logró hilar el cuarto triunfo para este partido, colocando prácticamente a su mejor colaborador y amigo, el abogado Miguel Ángel Mancera Espinoza, para el periodo 2012-2018.
Mancera Espinoza presentó su licencia definitiva el pasado 29 de marzo del presente año, para buscar un escaño en el Senado la República, con las siglas ahora del PAN, dejando a José Ramón Amieva al frente del gobierno de la Cdmx. Mancera no consiguió ser postulado para ser el candidato a la presidencia por su propio partido, el PRD, partido que presume ser de izquierda y le dio la espalda para apoyar al panista Ricardo Anaya Cortés. Así de insólito como se lee, pero hay razones suficientes para explicarlo….
