¿Les ha ocurrido alguna vez que al encontrarse en medio de una concentración de personas alguien, cobijado en el anonimato, avienta una piedra o una botella y en ese momento comienza un desmadre que nadie puede controlar?

Es tal el encabronamiento que provoca esta acción cobarde, que todos reaccionan desproporcionadamente tratando de hacer justicia contra quien se deje.

Así más o menos es lo que esta ocurriendo en este México tan surrealista que permite una psicosis generalizada donde todos y nadie son responsables de la descomposiciòn social por la que estamos atravezando.

Ejemplos hay por montones.

Ahí tienen la chinga mediática que le estan acomodando al Alcalde de Zimapan, municipio donde hace unos días ocurrió un lamentable accidente en el que fallecieron 7 ciudadanos y resulta que algunas versiones lo señalan hasta de tener complicidades con la delincuencia organizada, cuando lo unico que hizo fue apoyar con una camioneta a los familiares de los integrantes de la Orquesta Infantil para que acompañaran a sus hijos.

¿Es decir que apoyar a la cultura del municipio también es incorrecto?

Las investigaciones sobre el accidente no son de su competencia, para eso esta la Procuraduría; sin embargo, hasta eso le reprochan y ahora lo señalan.

Del manejo mediático, mejor ni hablamos.

Otro de los temas polémicos de los ultimos días ha sido la manifestación de las mujeres y sus repercuciones.

Todos sabemos de la rabia y el hartazgo de las mujeres ante las injusticias, la violencia, las violaciones y los homicidios por lo que es mas que justificado que todas levantémos la voz y reclamémos respeto.

Sin embargo, en esos reclamos de justicia es importante la participación de todos, porque el impedir que los hombres nos acompañen en esa manifestaciòn de inconformidad, solo da paso a la intolerancia y a la agresión que repudiamos.

No hay que olvidar que en esta sociedad hay padres, hermanos, amigos, novios, esposos a quienes también les encabrona la agresión a las madres, hijas, hermanas, novias, esposas, compañeras.

¿Por qué no nos encabronamos juntos y juntos buscamos protegernos?

Y además que ese encabronamiento sea parejo y que alcance para cobijar a todos, porque ahora resulta que nos molesta que nos agredan, pero miramos a otro lado cuando esa agresiòn es para una mujer política.

Es el caso de la Alcaldesa de Pachuca, a quien por el solo hecho de ser mujer es objeto de agresiones en redes sociales sobre todo por hombres acomplejados, que de manera grosera se refieren a ella, generando un lenguaje de odio que no ayuda a pacificar a nadie.

¿Por qué nadie la defiende? ¿O no es mujer?

Y que decir de la mujer que apareció asesinada en algún paraje de Hidalgo, justo al día siguiente de la manifestación y de la que pocos medios dieron información.

¿Significa que también los periodistas nos hemos acostumbrado a la violencia, que nos parece poco importante el feminicidio?

En este caos en que México se ve envuelto hay una escalada de violencia que parece no tener fin.

Más allá de colores partidistas, de género, de preferencias ideológicas, religiosas y sexuales este México se vuelve cada vez más intolerante y no hay nadie que lo dirija hacia la Paz.

¡que chingados estámos esperando!

De verdad no tenemos los huevos suficientes para como sociedad recomponer a nuestro pueblo.

Empecemos desde la casa.

Eduquémos a nuestros hijos sin miedo y poniendo orden.

Exijamos respeto, como hombres, mujeres, sociedad en general, pero ayudemos a la cohesión social.

En una palabra, no nos hagamos pendejos, echándole la culpa a los demás de lo que como sociedad no hemos logrado construir.

Espero sus comentarios.                                               @berthaalfaro