Dios hizo el cielo y lo llenó de estrellas.
Luego creó el mar.
Después formó las montañas.
Tras eso dio vida al bosque.
Finalmente puso en el mundo los crepúsculos y los amaneceres.
Le preguntó el Espíritu:
-¿Por qué hiciste todas esas maravillas?
Explicó Dios:
-Porque el diablo va a hacer a los teólogos y a los predicadores, y temo que los hombres dejen de creer en mí.
¡Hasta mañana!…
“Dos locos peleaban siempre, pues ambos decían ser Napoleón”
Terminó por fin su inquina
porque, según supe yo
uno de ellos aceptó
convertirse en Josefina.