Para los independentistas que votarán por Margarita Zavala en las próximas elecciones presidenciales, lo que más aprecian de su candidata es su honestidad. De allí que no les hubiera sorprendido cuando leyeron en el Twitter de la ex panista: “Como me comprometí en un principio, renuncié al dinero público para mi campaña. Regresé el primer cheque que me fue entregado”. Por este mismo medio, casi millón y medio de seguidores también se enteraron que su candidata había devuelto 2.3 millones de pesos correspondientes al primer depósito mensual realizado por la autoridad electoral a su cuenta.

Esta cantidad corresponde a los 7.1 millones de pesos de financiamiento público para sus actividades proselitistas encaminadas a buscar el voto de más de 88 millones de ciudadanos mexicanos. La ex panista tiene la posibilidad de obtener hasta 42.9 millones de pesos de financiamiento privado, algo que tanto ella como Jaime Rodríguez El Bronco buscan revertir en el tribunal federal.
Los independentistas también admiran en su candidata su fuerza interna ante todo tipo de adversidades. Muchos de sus seguidores ya leyeron su autobiografía titulada Margarita, mi historia (Editorial Grijalbo). A lo largo de 180 páginas se enteraron de su familia, del PAN, de cuando fue la primera dama y de sus dudas por hacerse o no religiosa. Entre todos los personajes de los que habla la candidata en su autobiografía, la más sobresaliente y la que más admira es a su madre, Mercedes Gómez del Campo Martínez, quien llevara a Margarita a los 17 años por primera vez al partido. Doña Mercedes es afiliada a Acción Nacional desde 1949. Lo único que les molesta a algunos seguidores de Zavala es su marido, el ex presidente Felipe Calderón. “Sé que no pueden vivir uno sin el otro. Se diría que han hecho un pacto de amor para toda la vida, por eso ella detesta que lo critiquen”, opinan los que conocen a la pareja desde hace muchos años. Uno de los párrafos del libro de Zavala más comentado entre los independentistas es:

“Festejé mis 18 años porque ya podía votar, mis 21 porque ya podía ser diputada, mis 30 porque podía ser senadora, y mis 35 porque podía ser presidente de la República”. Lo cual quiere decir que seguramente llegará al debate del próximo domingo muy preparada. Hablemos ahora de un aspirante que hiciera muchas trampas para convertirse en candidato independiente, se llama Jaime Rodríguez, mejor conocido como El Bronco. Después de su precampaña el INE decidió no darle registro porque “del total de dos millones 34 mil 403 firmas, solo 849 mil 937 eran auténticas y un millón 184 mil 466 falsas. Más de esa mitad de las firmas, el 58 por ciento, resultó apócrifo, 810 mil no estaban en el padrón electoral, 158 mil fueron simuladas y usó 205 mil 721 fotocopias” (El Debate). No obstante lo anterior El Bronco estará en la boleta. Como no aceptó el dinero del INE, ahora tiene la cara dura para pedirles a sus seguidores: “Para los que nos quieran ayudar
la próxima semana les doy un número de cuenta, para aquellos que tengan una lanita nos quieran ayudar con mucho gusto bien recibido y va a ser bien utilizada”.

Más allá de los hechos que todo mundo sabemos sobre El Bronco y sus medios por los cuales se valió fraudulentamente para estar en la boleta electoral debemos de concentrarnos en la procedencia de los recursos que maneja. ¿Financiará realmente su campaña con lo que le aportan sus seguidores? Nos preguntamos asimismo cómo se hizo de propiedades en el estado de Nuevo León y de sus cinturones de la marca italiana Ferragamo de más de 8 mil pesos. Sus detractores afirman que las remodelaciones de su casa rebasan los 10 millones de pesos y que nadie sabe de dónde pudo haberlos sacado. Lo que nos queda clarísimo es que en Nuevo León no lo quieren. Escuchemos algunas voces de los que ciertamente no votarán por El Bronco, el más
tramposo de los tramposos. “Más allá de perder la elección presidencial, lo cual es evidente, El Bronco debe de estar preocupado porque existe un riesgo de enjuiciarlo ante un enriquecimiento ilícito”. “No tiene manera de justificar la procedencia de los recursos para su campaña ni para la obtención de sus bienes personales”. ¿Qué tanta cosa no le reprocharán sus contrincantes a El Bronco, especialmente Margarita Zavala, en el primer debate del próximo domingo?