Los oradores que participaron el pasado fin de semana en las manifestaciones antiAMLO, en la Ciudad de México y otras ciudades, dijeron que ellos representan a la mayoría de los mexicanos; pero la realidad y las encuestas muestran lo contrario.

Para empezar, AMLO ganó la elección presidencial del 1 de julio de 2018 al recibir el 53.2 por ciento de los votos. El candidato panista Ricardo Anaya obtuvo 22.3 por ciento, el priista José Antonio Meade, 16.4 por ciento, y el independiente Jaime Rodríguez Calderón, 5.2 por ciento,

Nos guste o no, su triunfo fue contundente e inobjetable.

Los antilopezobradoristas argumentan que AMLO no es presidente por decisión de la mayoría de los mexicanos, ya que carece de legitimidad porque solo votó 63.4 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

Este argumento es absurdo porque, 1) quienes deciden no votar implícitamente aceptan los resultados que arrojen los votos de quienes sí acuden a las urnas y 2) nadie sabe por quién hubieran votado los que decidieron no participar en el proceso.

Y si sus detractores quieren argumentar que Andrés Manuel carece de legitimidad por la alta abstención en la elección del año pasado–36.6 por ciento–, harían bien en recordar los niveles de abstención en elecciones presidenciales anteriores: 36.9 por ciento, en 2012; 41.4 por ciento, en 2006; 36.0 por ciento, en 2000; 22.9, en 1994, y 48.0 por ciento, en 1988.

Visto así, tampoco hubieran sido legítimos Peña Nieto, Calderón, Fox y Salinas. Y Zedillo, que en 1994 ganó con solo 48.7 por ciento de los votos, ¿sería legítimo para quienes hoy buscan deslegitimar al presidente en turno?

Nos guste o no, López Obrador es el gobernante legítimo de México y, como el jefe del Estado, es presidente de todos los mexicanos, lo acepten o no sus detractores, o lo acepte o no él mismo, que considera que solo sus seguidores forman parte del pueblo bueno y sabio.

En lo que a la popularidad del presidente se refiere, cuenta con el apoyo de la mayoría de la población. Hoy son más los que aprueban su gestión que los que votaron por él hace un año. Las encuestas más recientes así lo indican.

La gestión de AMLO la aprueba 61.8 por ciento de la población, según el Tracking Poll diario más reciente (ayer) elaborado por Mitofsky/El Economista; 73 por ciento, según la encuesta de Social Research Solutions /SDPNOTICIAS.COM efectuada el 30 de junio; 72.7 por ciento, de acuerdo al diario El Universal con una encuesta elaborada a principios de junio; 70 por ciento, acorde a la encuesta de De Las Heras Demotecnia, también de junio; 66 por ciento, de acuerdo con la encuesta del periódico El Financiero; 74 por ciento, según la encuesta realizada en mayo por Arcop/El Heraldo de México.

Y su gestión es aprobada por altos porcentajes de la población a pesar de que las mismas encuestas indican que durante su gobierno la economía y la inseguridad no han mejorado sino que han empeorado. La mayoría de las personas siguen culpando al gobierno anterior por los problemas que más nos preocupan.

Nos guste o no, estemos o no de acuerdo con pocas o muchas de sus palabras y decisiones, Andrés Manuel es sumamente popular a pesar de que la economía ha perdido dinamismo y el número de delitos sigue en aumento.

Y lo seguirá siendo hasta que la gente ya no esté dispuesta a seguir culpando a los anteriores gobiernos por los problemas actuales.