La producción alimentaria nativa de México como es el algodón, maíz, trigo y soya se encuentra en un verdadero riesgo de su obtención, debido a que las autoridades de nuestro país, continúan otorgando permisos sanitarios indiscriminados en la importación de productos agrícolas desarrollados a partir de Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

Productores de Baja california, por ejemplo, acusan a la empresa alemana BAYER AG, de afectar a más de 2 mil hectáreas de tierras fértiles del país, al sembrar semillas de algodón de origen transgénico, a  pesar de su prohibición en nuestro país para hacerlo, la autoridad hoy encargada de regularlo, la Cofepris, ni sus luces.

Fuentes de la propia Cofepris aseguran que la omisión del organismo se debe a un posible conflicto de interés por parte de los comisionados y a la falta de coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), ello deja al país en una absurda dependencia alimentaria de transgénicos internacionales.

Tal y como sucede con las bebidas y alimentos procesados, en este caso no existe un etiquetado claro que permita a los consumidores identificar cuándo una fruta, verdura o legumbre, ha sido desarrollado con tecnología genética, exponiendo el proceso producto a niveles para acelerar e incrementar su desarrollo y supuesta “calidad”.

En el tema de plaguicidas, la Cofepris de Reyes Baeza, continúa permitiendo la venta de sustancias consideradas como peligrosas por la Red Internacional de Acción contra los Plaguicidas (RIAP), conteniendo glifosato, acetoclor, clopirifos etil y alaclor, asociados con padecimientos endócrinos y oncológicos.

Estas omisiones de la autoridad sanitaria, de acuerdo con especialistas ambientalistas como María Colín, impedirán cumplir las promesas de instrumentar eficazmente una política que proteja a los mexicanos de los OGM’s.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), en encabeza Víctor Villalobos, la productividad del campo además del apoyo a los pequeños productores con programas sociales y precios de garantía, incluye el acompañamiento con paquetes tecnológicos que ayuden a duplicar su producción.

La ciencia agrícola y poder económico de las transnacionales agrupadas en la organización AgroBio, continuarán ejerciendo su poder de influencia con el gobierno en turno para convencer de que son el camino a la productividad y autosuficiencia agroalimentaria de México.