Cuando todo pareciera que lo que está pasando en Estados Unidos es inédito, cada semana nos sorprende algo nuevo.
Hace unas semanas relatábamos, en esta columna, la caída en el precio de las acciones por filtraciones de información de Facebook; también estamos viviendo cómo se desata una guerra comercial con el anuncio de mayores aranceles al acero y aluminio, el tema de los estudiantes y las armas; pero aquí no terminan las noticias, llegó la Semana Santa y la nota en Estados Unidos se ha centrado en el muro fronterizo y el “ataque” de Trump a Amazon, o quizá debiéramos decirlo, el ataque a Jeff Bezos: nada más y nada menos el hombre que más riqueza ha acumulado en el mundo, unos 112 mil millones de dólares. ¿Qué hay detrás de este nuevo ataque?
Resulta que durante años hemos visto cómo la empresa que fundó Bezos en 1995 ha revolucionado la manera en la que compramos. Sus orígenes se remontan como muchas otras historias de éxito, a un garaje en donde inició operaciones, vendiendo libros a través de internet, siendo el pionero en el sector de e-commerce. Es así como surge amazon.com.
Conforme pasaron los años comenzó a distribuir libros en todo el mundo y para 1997 salió a la Bolsa de Valores, sus ventas se dispararon de una manera exponencial y no únicamente se dedicó a vender libros, si no que se convirtió en la principal plataforma de comercio electrónico en Estados Unidos. Hoy por hoy Amazon tiene presencia en varios países, incluido el nuestro.
Esta semana el presidente Trump ha subido mensajes en su cuenta de Twitter en donde argumenta que los precios que paga esta empresa por los envíos al Servicio Postal de Estados Unidos son muy bajos y que por esta razón el Servicio Postal enfrenta problemas financieros.
De igual manera comentó que Amazon paga muy pocos impuestos estatales o locales y que además está sacando a miles de pequeños comercios del mercado. Todos estos tuits se han centrado en decir que es el propio gobierno norteamericano quien ha “subsidiado” a Amazon, a costa de que el Servicio Postal este en no muy buenos números.
No dudo que la fortuna de Bezos se haya beneficiado de estas tarifas, pero al final del día está en el gobierno de Estados Unidos el haber, hace muchos años, tomado medidas para actualizar los precios que cobra por enviar algún bien a través de su plataforma. Si Bezos aprovechó esta oportunidad, que por lo visto lo hizo y muy bien, ya es un tema de su habilidad para hacer negocios; al final del día, y como él lo menciona, las tarifas estaban ahí para todos.
Lo que habría que conocer detalladamente es el convenio por manejo de volumen que tiene, para realmente saber si en algún momento alguien le ayudó con las tarifas.
Lo que sí es cierto, es que Trump va más allá de un tema meramente presupuestal y que todo pareciera ser que el fondo de este dilema es más bien los artículos que publica el Washington Post que no son favorables a su administración. Lo anterior debido a que Jeff Bezos es también el dueño de este importante medio de comunicación.
¿Será ésta la mejor manera de negociar?
Estamos indiscutiblemente ante una guerra de titanes, el hombre más poderoso del mundo contra el hombre más rico del planeta. ¿Quién ganará? ¡Vayan haciendo sus apuestas!
Aunard de la Rocha
