Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan.
Después de muchos años de ausencia volvió a Sevilla doña Flor.
Don Juan la amó una noche y la recordó toda la vida.
Con su dama de compañía fue doña Flor a misa. En el atrio del templo parroquial solían reunirse Don Juan y sus amigos para mirar, nostálgicos y apesarados, a las jóvenes y bellas mujeres que iban al oficio.
Cuando salió doña Flor dijo uno de los que la habían conocido:
-¡Qué vieja está!
Comentó otro:
-¡Qué canosa!
Terció uno más:
-¡Y qué encorvada!
La vio Don Juan y exclamó con emoción:
-¡Qué hermosa sigue siendo!
Fue hacia ella y le besó la mano.
Uno de los amigos dijo entonces:
-Nosotros estamos acabados, pero Don Juan será siempre Don Juan.
¡Hasta mañana!…