…de lo que hacemos los mexicanos respecto al narcotráfico: intentar hacer un negocio, pero a la callada.
Porque no hay mucha diferencia entre lo hecho por la actriz, y lo que hacemos muchos mexicanos de manera cotidiana. Me explico: Kate del Castillo buscó en Guzmán Loera la oportunidad de sacar provecho para su causa, ya fuera una película producida y dirigida por ella, o ya fuera con recursos para comercializar una marca de tequila de su propiedad. A nadie le presumió de ello, por supuesto, y cuando el asunto se puso al descubierto, Del Castillo alegó que nada malo hacía, que eran cosas de su profesión.
Y sí; eso hacemos muchos. Porque en México se vende una casa a alguien con fama de criminal, y nos hacemos de la vista gorda porque paga bien y rápido. O un vendedor de autos finge no saber quién es el personaje que le compra autos de lujo en efectivo, o el joyero que fabrica piezas excéntricas; o el veterinario que atiende animales exóticos en el jardín de una casa lujosa, y así una y otra vez.
Mientras me paguen, dicen los que hacen esos negocios, no me importa quién esté del otro lado de la transacción. Yo no soy policía para investigar a quien me ofrece dinero por un servicio, dicen otros. Todos queremos la ganancia, a cambio de mirar hacia otro lado.
Todos, incluyendo los medios de comunicación, caemos en la trampa. Es cierto que todos valoramos nuestra seguridad, pero también obviamos la parte inmoral de nuestras acciones. Lástima; estamos mal.