Ahora resulta que como ya son otros tiempos, los diputados de los partidos que hasta hace muy poco ni gestos hacían cuando de aprobar o cuestionar iniciativas en el Congreso se trataba, ahora ya estaban más que puestos para desgarrarse las vestiduras y armar un pancho si no aprueban una modificación a la Ley Electoral que ellos proponen.

Quien los entiende.

En la última modificación de la Ley electoral que se aprobó en 2007, en lo que se refiere a financiamiento, mucho insistieron los representantes de los partidos de oposición de aquella época, que hubiera recursos equitativos para todos los partidos representados en el Congreso y que tuvieran piso parejo para estar en condiciones igualitarias para competir.

En aquel tiempo como otra era la conformación del Congreso, les hicieron caracolitos y la mayoría hizo las modificaciones que quiso y no le dieron entrada a esa famosa iniciativa de entrega equitativa de lana para todos los partidos de oposición, así que todos se tuvieron que conformar con las lanas repartidas de acuerdo con sus criterios y lo más curioso, lo hicieron sin chistar.

Digamos que todo transcurría a todas margaritas, porque otros eran los tiempos, pero con la nueva mayoría, ahí si fue que la puerca torció el rabo y las cosas ya no fueron iguales.

Quien lo iba a decir, aquellos que por años gozaron del dispendio de recursos, a la hora de ejercer un presupuesto equitativo para todos, de plano se vieron muy marros y gandallas, escatimando las prerrogativas y anduvieron de cuentachiles con los que pedían más lana para competir en igualdad de circunstancias.

Sin miramientos los representantes populares de aquella época definieron los montos de recursos siguiendo su muy particular punto de vista del equilibrio en el financiamiento y aunque molestos, nadie la hizo de tos.

Así que ahora resulta que ya se les olvidó lo que pasó hace 12 años y quieren que se ejerza un presupuesto equitativo, tal y como los opositores lo pidieron en el pasado.

¿Pos quien los entiende?

Ojalá haya mesura y capacidad de dialogo para que se llegue a consensos en el Congreso y que todos los diputados, y cuando decimos todos, son todos, se pongan a trabajar y analicen con detenimiento lo que en verdad sea benéfico para los hidalguenses.

Palabras más palabras menos.

Escuché con detenimiento la historia de una persona y decidí compartirla.

Como cada mañana Pedro salió de su casa de madrugada para estar a tiempo a su trabajo.

Caminó 2 kilómetros y medio para llegar a la primera estación del Tuzobús en Téllez, lo que le llevó 20 minutos, tiempo que se duplicaría si tuviera que esperar a la alimentadora.

Ya en la estación el tiempo de espera para abordar el transporte es de 15 y hasta 30 minutos cuando hay muchas personas haciendo cola en el Tuzobús.

El recorrido desde la estación de Téllez hasta su destino es en ocasiones de 45 minutos, porque los conductores son verdaderamente lentos. Por supuesto que Pedro no pretende que el chofer vaya como loco, pero de eso a 45 minutos y hasta una hora para llegar a la estación Niños héroes, asegura es desesperante. Ya en Niños Héroes, Pedro prefiere caminar otros 2 kilómetros hasta su trabajo antes que esperar la alimentadora.

Así que con este sistema de movilidad que en su momento calificaron como lo mejor del mundo mundial, Pedro invierte cuatro horas de su vida diariamente, cuando en auto el recorrido desde su casa hasta el empleo es de 25 minutos.

Molesto Pedro pide que los responsables del transporte en Hidalgo se chinguen un viajecito como el que realiza a diario a ver si es lo mismo vivirlo que hablar desde el escritorio.

Espero sus comentarios.

@berthaalfaro