Esta semana, se presentó la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación y como todos los años, se generan expectativas y existen muchas voces a favor y otras en contra. La realidad es que cada año vemos que las necesidades de la población son las mismas y van en aumento. Todos los sectores requieren de mayor presupuesto. Pudiéramos hacer un recuento de estos y ver que todos son importantes: salud, campo, seguridad, educación y la lista continua. A raíz de la caída del precio del petróleo nuestras finanzas públicas dependen en mayor porcentaje de lo que se recauda en impuestos. De ahí, la importancia de que se cobren y se actualicen algunas leyes y reglamentos para poder cobrar a quienes hacen negocio en nuestro país, pero que el dinero se va a otra economía. Me refiero a las empresas que han quedado enmarcadas en el contexto de la economía digital. Muchas de estas empresas no pagan impuestos aquí en México lo cual es totalmente injusto, ya que, sí lo hacen en sus países de origen y generan los beneficios del pago de impuestos, así como la derrama económica en los mismos. Además, dejan a las empresas mexicanas fuera de toda competencia por el simple hecho de que aquí sí tienen que pagar todos los impuestos. Esto no es nuevo, ni se está inventando el hilo negro; en otros países de nuestro continente, ya se aplican impuestos a estas empresas, por ejemplo, en Argentina a Netflix se le cobra no únicamente el impuesto correspondiente a nivel federal, sino a nivel de provincias se les cobra el 3 por ciento sobre el valor de sus productos. Esto debería de llevar a reflexionar aquí en nuestro país a que, si ya vamos a cobrarles IVA y se van a actualizar los marcos jurídicos para gravar a estas empresas, los estados deberían de aprovechar también para gravar los ingresos que estas empresas generan en sus territorios. En Argentina, no fue tan complicado, ya que utilizaron la información de los domicilios de las tarjetas de crédito con las que se pagan los servicios para cobrar el respectivo impuesto. Históricamente, la federación ha insistido a los estados a que deben de incrementar sus ingresos propios, lo mismo han pedido las calificadoras crediticias. Desafortunadamente, no es tan sencillo y de ahí, todas estas campañas para que se paguen los derechos vehiculares en los primeros meses del año o la labor titánica en los registros públicos para modernizarlos y con ello, cobrar mejor y de una manera más eficiente. El que los estados puedan cobrar por un servicio que se está dando en su territorio no suena nada descabellado, al contrario, es una ventana de oportunidad que debieran estar analizando en la mesa del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Por otro lado, habría que analizar cómo cobrar el impuesto sobre hospedaje a plataformas que ofrecen este servicio, ya que también no es equitativo para los dueños de hoteles el que se tenga que pagar este impuesto a nivel local y los que rentan sus casas o departamentos a través de internet no lo hagan. Aquí están dos ejemplos claros de lo que puede generar mayores ingresos a las finanzas estatales y que sería el momento adecuado para hacerlo, de lo contrario, se perderá la inercia y no se hará en el futuro. Veamos qué hacen los estados ante esta oportunidad.
