La necedad del PRD de querer encabezar una alianza en la cual sus candidatos no figuran en las encuestas mató, creo, la posibilidad de que Hidalgo tenga una elección competida este año. En las encuestas (las que tiene hasta el PRD) ni José Guadarrama ni Isidro Pedraza tenían posibilidades de competir con el PRI, por más frente opositor que se juntara. Es, ahora, Francisco Xavier Berganza el nombre más fuerte en la oposición, incluso sin dos partidos que lo abanderen.
El error de no amarrar un bloque opositor no es del PAN, pues mandar un regimiento con armas viejas es un suicidio. El tiempo y la elección pondrán a cada uno en su lugar y el lugar del PRD corre el riesgo de ser desastroso.
Según los estudios de opinión a los que he tenido acceso en los últimos días ponen una alarma bastante ruidosa en el sol azteca. Si el candidato que ponen es lo suficientemente malo, ni con la ayuda del PT se salvarían de perder el registro.
El PAN, por el contrario, tiene la oportunidad de regresar a los primeros planos y convertirse de nuevo en la segunda fuerza, amarrar un número decente de alcaldes y diputados y volver a ser un contrapeso para el poder de cara al futuro.
Expectación
Esta semana no, dicen ahora, pues primero deberá haber candidato en Puebla y en Veracruz y entonces sí, el PRI elegirá al, casi seguro, próximo gobernador del estado.