Kilkenny, Irlanda.- En los medios de todo el mundo se difundió y comentó ayer la noticia de que Rafa Márquez, un verdadero ídolo deportivo de los mexicanos, ha sido señalado por el Departamento del Tesoro estadunidense de ser uno de 22 prestanombres del supuesto narcotraficante Raúl Flores Hernández, líder de lo que las autoridades de Estados Unidos denominan la Organización Flores de Tráfico de Drogas.
De acuerdo con el Tesoro, Márquez, su escuela de fútbol y su fundación, junto con otras 21 personas físicas y 41 personas morales, apoyaron o estaban bajo el control de Flores Hernández.
Una de las otras 21 personas es el cantante Julio César Álvarez Montelongo, mejor conocido como Julión Álvarez, un muy popular intérprete de música norteña-banda, que en marzo de 2015 fue reconocido como “un gran ejemplo para la juventud mexicana” por el presidente Enrique Peña Nieto.
Los nombres de todas las personas y organizaciones fueron incluidos en la llamada Lista de Nacionales Designados (Special Designaste Matinal), que actualmente incluye a más de 2000 personas y entidades que supuestamente están vinculadas con el narcotráfico.
Por estar anotados en la lista, han sido congelados todos los bienes de Márquez y Álvarez que están bajo la jurisdicción de Estados Unidos o a nombre de personas estadunidenses, lo que significa que Rafa y Julión no pueden acceder a ellos.
Curiosamente, ni el cuatro veces mundialista ni el cantante de corridos han sido denunciado por autoridad alguna, ni sometidos a juicio, y menos declarados culpables por un tribunal, algo que resulta incomprensible en vista de que a los gobernantes de Estados Unidos les gusta presumir que el suyo es un país en donde se respeta el debido proceso y que todos son inocentes hasta que se compruebe lo contrario y un juez los declare culpables.
Llama a atención que el Departamento del Tesoro relacione a las 22 personas y 41 organizaciones con un narcotraficante que según la autoridad estadounidense está avecindado en Guadalajara, desde donde opera desde 1980. Sería bueno que el gobierno mexicano ratificara o desmintiera lo que sobre Flores Hernández afirma el Tesoro.
No conozco personalmente a Rafa Márquez o a Julión Álvarez y no tengo forma de saber si lo que dice el Departamento del Tesoro sobre ellos es cierto o no. Lo que sí me llama la atención es que el gobierno estadunidense haya vinculado al narcotráfico a uno de los futbolistas más queridos de México y a un popular artista que el presidente Peña Nieto puso como ejemplo para la juventud.
Si Donald Trump no fuera el presidente de Estados Unidos tal vez no me llamaría tanto la atención este caso.