Laboratorios y Reactivos de México (Birmex), dependiente de la Secretaría de Salud, será el modelo de compras en los procesos de adquisiciones para el sector salud, pues la ley actual le permitirá participar en compras directas del gobierno sin concursar en las licitaciones públicas, dispensas que la industria privada de medicamentos no comparte, debido a que se considera una competencia desleal, ante una paraestatal que no produce, pero que también en rendición de cuentas no ha estado muy claro en estos últimos años.

Lo anterior nos recuerda a la Estafa Maestra, la denuncia hecha por la Auditoría Superior de la Federación; sobre la participación de varias secretarias de Estado en la época de Peña Nieto, donde se desviaron multimillonarios recursos del erario, para que a través de universidades estatales se realizaran un sinfín de contratos, las cuales a su vez contrataban a empresas fantasmas o inflaban los costos de las obras, en el mejor de los casos, para desaparecer el dinero público; aprovechando precisamente la figura que le permitía ese resquicio de la ley de participar en compras directas sin tener la necesidad de participar en la licitaciones públicas.

La propuesta de impulsar a Birmex preocupa no solo por las capacidades de la empresa de carecer de infraestructura en la red de cadena de suministro para todo el país, sino además de sus claroscuros de su pasado, donde sería interesante saber adónde se fueron miles de millones de pesos del erario en compras de vacunas, que no coinciden en los montos y entrega del producto, allá por los años 2009 y 2010.

¿Para qué continuar con ese esquema de modelo de negocio de compras directas; donde se abre la posibilidad de la corrupción, como ha sucedido en gobiernos anteriores? ¿Birmex, proveedor único? Eso solo puede pasar en situaciones de desabasto, cuando no exista empresa alguna que pueda entregar el producto o no brindar un menor precio y mejor calidad. Pero además Birmex no produce, ¿cual es el plan entonces?

Nos recuerda, por ejemplo, que en 2009 el gobierno asignó a Birmex el “Proyecto Influenza” para producir vacunas. En el arranque se adquirió una planta que costó 237.2 millones de pesos. Luego se invirtieron en la remodelación más de $720 millones. Finalmente en 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) identificó que la planta no tenía las capacidades para el proyecto H1N1 y decidió demoler la planta comprada y remodelada y construir una nueva, con una inversión de 3 mil 41 millones de pesos.

FRONTERAS. La lógica en salud es la lógica de la vida.

Mauricio Hernández Ávila, director de Prestaciones Económicas y Sociales del IMSS, quien denunció que hace diez años la influenza AH1N1 mató al menos 8 mil personas y no mil 289 como lo estableció el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, fue refutado por el exsecretario de Salud José Ángel Córdova Villalobos. Un desencuentro público donde el primero tuvo que renunciar.

Durante el simposio Pandemia de Influenza AH1N1, 10 años después, celebrado en el Auditorio de la Academia Mexicana de Cirugía en el Centro Médico Nacional y al cual no acudió Mauricio Hernández, el exsecretario panista dijo que el número de casos confirmados fue de 72 mil 548 y de muertes mil 316.

Ahora que se toca el tema, sería importante que el funcionario del IMSS Mauricio Hernández informe por qué no hay una base de datos confiable e incontrovertible, cuántos tratamientos adicionales se compraron, a qué precios y quiénes fueron las empresas favorecidas. Otra de las razones que explicó fue que no querían que se cayera el turismo y él lo percibió, pues fue el responsable de informar sobre los casos atípicos de neumonía en San Luis Potosí, Distrito Federal, Veracruz y Oaxaca, así como de los resultados de Microbiología hechos por científicos de Canadá, lo que derivó en la suspensión de clases (23 de abril de 2009).