Por años hemos sido víctimas de un sistema de salud público que da miedo, con hospitales mal abastecidos, sin médicos y con personal poco capacitado o deshumanizado. Son constantes las historias sobre negligencia y falta de atención, aun cuando se ha gastado millones en crear infraestructura necesaria.
Es verdad que la Salud vende bien, pero también es un parámetro para medir a los gobiernos. Un estado que no vela por el bienestar de sus gobernados es similar a un padre descuidado que no atiende a sus hijos. Según la Encuesta Nacional de Hogares, del Inegi, más de medio millón de hidalguenses carecen de seguridad social, lo cual les impide tener acceso al IMSS o al ISSSTE, ni siquiera Seguro Popular, y, los que tienen este último, representan 67 por ciento de la población total.
A ese sector, el más vulnerable y desprotegido, que suma a casi 80 por ciento de los dos millones 800 mil hidalguenses, lo atiende los servicios de salud, que por años han carecido de muchas cosas, desde medicamento hasta especialistas. Ayer, el gobierno del estado presentó lo que dicen es su nueva visión de la salud, la cual significó, además, una inversión de 160 millones de pesos. Entre esta nueva visión destaca la inclusión de la telemedicina, lo cual permitirá llevar consultas virtuales de especialidades a regiones alejadas.
Por lo pronto, eso significa que en los 16 hospitales se pueda tener un especialista a distancia. Esperemos que este sea en inicio de un cambio en el sistema de salud, pues los hidalguenses merecemos mejores hospitales y una atención de calidad. Este puede ser el primer paso y eso, creo, es bueno.