Que en la marcha de la UAEH quedó claro que quien manda en la casa de estudios es el presidente del patronato, Gerardo Sosa Castelán, pues, pese a que el rector Adolfo Pontigo Loyola pidió que los universitarios se quedaran en plantón en plaza Juárez —tras suspender su kilométrico trajín hacia el C5i—, el expriista ordenó la retirada, por lo que imperó la voluntad del exdirigente de la FEUH. Las jerarquías se evidenciaron.

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que ante la incapacidad que han mostrado las autoridades universitarias –con todo y amague de manifestación– para que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) proceda a desbloquear las cuentas bancarias, ahora les pidieron a los empleados actas de nacimiento, comprobantes de domicilio y hasta estados de cuenta para ver de qué manera les pueden pagar la próxima quincena si las cuentas siguen inutilizables.

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que el que anda de dadivoso es el diputado local Asael Hernández Cerón, pues en sus redes sociales presumió la entrega de mobiliario que consiste en sillas de plástico a los panistas de Actopan. Muchos albiazules recordaron que, al menos, esa ayudita les hubiera gustado recibir del exalcalde de Tezontepec de Aldama cuando presidió el Comité Directivo Estatal, pues, en su segundo periodo al frente, muchas representaciones locales quedaron en el desamparo.

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que a quien balconearon durante la inauguración del Centro de Comando, Comunicaciones Cómputo, Control, Coordinación e Inteligencia (C5i) fue al alcalde de Ixmiquilpan, Pascual Charrez, quien aseguró que tanto a él como a su comitiva —de más de cien indígenas— se les había prohibido el paso carretero para manifestarse. Ahí, en plena explanada, el titular de la Secretaría de Gobierno, Simón Vargas, le aseguró que tan lo habían dejado pasar que estaba adentro, mientras sus seguidores gritaban consignas desde la calle.

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