que en el comienzo de las sesiones de junio el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Víctor Osmind Guerrero Trejo, dio un discurso lleno de pedradas hacia a sus compañeros de bancada, pues afirmó que durante el mes que va a encabezar los trabajos legislativos no habrá preferencia ni obstaculización a ningún diputado ni a sus iniciativas. Todo parece indicar que la distancia entre los congresistas de Morena y de Grupo Universidad cada vez es mayor.
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que, a propósito de la sesión ordinaria de ayer, la que otra vez se aventó una puntada fue la legisladora Corina Martínez, pues subió a tribuna una iniciativa de ley en pro de los deportistas que practican la lucha libre, presentada en la anterior legislatura por la exdiputada panista Mariana Bautista. Al señalarle las similitudes, la congresista universitaria afirmó que su propuesta era diferente, pues en la exposición de motivos citó al escritor Carlos Monsiváis. Vaya, un plagio con otro prólogo.

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que ya se sabe quién estuvo detrás del reclamo que hizo un grupo de constructores la semana pasada en el Congreso local para que el gobierno del estado libere y transparente los recursos de obra pública . Resulta que uno de los inconformes es Raymundo Lazcano Mejía, empresario de la industria de la construcción y suplente del diputado morenista Humberto Veras Godoy. Obviamente Lazcano Mejía, contratista de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quiere llevar agua para su molino.

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que los empleados de la Fundación Hidalguense, órgano que es comparsa del patronato universitario que dirige Gerardo Sosa Castelán, están pagando su fidelidad a su grupo político, pues no los han retribuido de manera regular desde que en febrero pasado se anunció el congelamiento de las cuentas de la UAEH, debido a una investigación por lavado de dinero comandada por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

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que se armó un zafarrancho durante el tercer foro de participación ciudadana para integrar el nuevo Bando de Gobierno de Tula, ya que un exregidor de oposición, llamado Ezequiel, fue arañado por una de las tres ediles de Nueva Alianza, y hasta se presume que el alcalde Gadoth Tapia perdió los estribos y contestó a gritos los reclamos del ciudadano que acusaba la falta de transparencia de la administración en funciones.