Los he visto exigiendo una grúa por un raspón entre automovilistas, pero ayer los policías de la Secretaría de Seguridad Pública de Pachuca ni se inmutaron mientras una camioneta repartidora de Gas LP de la empresa Garza Gas se impactaba intencionalmente contra un camión de su competencia, cargando cilindros de este peligroso material.
Criterio documentó una riña entre gaseros en la capital del estado, conflicto que ha subido de tono sin que autoridad alguna ponga orden ni dé certeza a la población, expuesta a la malicia desmedida de algunas personas.
El gas LP ha sido culpable de tragedias en los últimos años y con la mano en la cintura un grupo de gaseros nos expone, como población, a sus arranques. La empresa agredida, Gas 1, insisten en que todo este embrollo se debe a que ellos sí dan litros de a litro y que fomentan la honestidad con sus clientes.
“Le enseñamos a los clientes a usar el medidor para que no los engañen”, me dice una empleada de la gasera mientras me cuenta el acoso que han sufrido desde que llegaron a Pachuca.
Criterio publica hoy un pequeño video en su página web en la que se ve a una camioneta de Garza Gas chocando adrede mientras los policías, uno en su moto, sólo ven el acontecimiento, que pudo causar una flama o algo mayor.
Las denuncias, me dicen, ya están puestas, ahora falta que alguna autoridad ponga orden y vigile que esto no llegue a mayores, pues de ocurrir algo más será la inacción parte de la culpa.
Si Gas 1 viene a cambiar el mercado, bienvenido, pues de eso se trata la competencia. Pero para que más empresas lleguen a Hidalgo los gobiernos deben dar certeza, pues nada nos dice que otros sectores puedan responder de la misma forma si les sale un competidor.