¿Y la ciencia?
 
Hace (71) meses
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Desde que José Ramón era un niño, se apasionó por la astronomía, la cosmología y las ciencias en general. Andando el tiempo, en su fuero interno ansiaba estudiar estas ciencias y sin embargo estudió economía. El destino quiso que su padre llegara a la Presidencia, lo cual le permitió descubrir de primera mano problemas macroeconómicos y de política pública. Ya casado, trabajó en Roma en la diplomacia multilateral, época en la que conoció los problemas globales del hambre, la seguridad alimentaria y el rescate de la biodiversidad. “Entré en contacto directo con el drama más inadmisible que aflige a la humanidad: la escasez extrema, la hambruna, la miseria de la violencia, la desigualdad y el deterioro del medio ambiente”, dice José Ramón López-Portillo, en el prólogo de su libro La gran transición. Retos y oportunidades del cambio tecnológico exponencial (Fondo de Cultura), el cual se presentó ayer en el Museo de Antropología. Sus presentadores fueron: Enrique Cabrero Mendoza, Roberto Campa Cifrián, José Carreño Carlón y Carlos Elizondo Mayer-Serra. Dice el autor que no es especialista en ninguna rama tecnológica o científica, no obstante cuando tomó la palabra en el Auditorio Torres Bodet, repleto hasta el tope, el manejo de sus conceptos, reflexiones y análisis sobre temas tan complejos como la robótica, inteligencia artificial o el desarrollo social, seguridad colectiva y desafíos existenciales, tenía al auditorio totalmente cautivado. Entre muchos de sus argumentos, explicó el término “exponencial” al imaginar un tablero de ajedrez: “pongo un granito de arroz en el primer cuadrito, dos en el que sigue, cuatro, ocho y así en adelante. Cuando llegas a la mitad del tablero, la cantidad de arroz es inmensa y cuando alcanzas al cuadrito 64 que es el último, equivale a miles de veces la producción de arroz anual del mundo”. Eso es un aumento exponencial. En lo que a mí se refiere los temas que abordaba José Ramón me resultaban totalmente ajenos. Es una pena que lo mismo que me sucede a mí, por lo visto les pase a los candidatos a la Presidencia que no mencionan para nada en sus propuestas los asuntos que atañen al desarrollo científico y tecnológico. No hay duda que los cambios que está experimentando y que experimentará en los próximo años el planeta son de importancia cardinal especialmente para países en desarrollo como el nuestro. Si el tema no consta ni siquiera en la agenda del próximo Presidente cualquiera que éste sea, quiere decir que andamos muy mal. “Lo crucial es saber cómo navegar la transición hacia el futuro que deseamos o, al menos, evitar los futuros que no queremos”, afirma López-Portillo en su prólogo. ¿Estarán preparados para ello los líderes gubernamentales y empresariales? ¿Qué tanto estarán informadas las organizaciones públicas y privadas para aprovechar el cambio, pero sobre todo para evitar posibles males? José Ramón llegó a la conclusión de que hay muy poco investigado y publicado en los países en vías de desarrollo. José Ramón ha leído, a lo largo de 15
años, toneladas de información respecto al cambio tecnológico exponencial. Todas estas obras están escritas en otros idiomas salvo en español. Por eso decidió publicar su libro en nuestro idioma, pensando en aquellos que no hablan inglés. Al autor le importa mucho que comprendamos que la transición puede no ser fácil, incluso peligrosa si no tenemos las capacidades para entender qué es lo que nos puede pasar, unas cosas muy buenas y otras malas, por eso es importante estar al tanto del desarrollo tecnológico de punta. (Dice LópezPortillo que cada dos años aumentamos al acervo cognitivo de la humanidad tanto como lo que produjimos en el resto de la historia). De la obra de José Ramón, Roberto Campa resaltó que en las próximas décadas, se estima que la automatización reemplazará más de la mitad de los empleos en los países de la OCDE. (Cuando esté el libro publicado en inglés, espero que Mr. Trump lo lea). Al terminar su espléndida exposición, Carlos Elizondo lamentó que en el interesante libro del autor no estuvieran incluidas en el tema de robótica, las prostitutas robots que ya existen en Edimburgo, capital de Escocia. A lo que José Carreño agregó, entre risas del público, que en la segunda edición se incluirá este avance tan sorprendente. Si queremos entender lo que significa este enorme cambio que ya está sucediendo, les recomiendo de todo corazón que lean: La gran transición.

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