Este 20 de noviembre se celebró el aniversario de la Revolución Mexicana sin la antigua pompa demagoga que incluía desfiles multitudinarios, solo hubo ceremonias sombrías para el
moribundo régimen de Peña Nieto, porque en ocho días iniciará el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien pondrá en marcha su cuarta revolución en la historia de México.

Antes del apoderamiento de los neoliberales —a partir del sexenio del presidente Miguel de la Madrid (1982-1988)—, al invocar la lucha armada de 1910 la frase “Revolución Mexicana” se escribía y pronunciaba sacramentalmente por los jefes de gobiernos revolucionarios, desde Venustiano Carranza hasta José López Portillo.

Gracias a la Revolución Mexicana de 1910 —la tercera transformación, según AMLO—, el partido en el poder pregonaba que el pueblo mexicano gozaba de justicia social y democracia, libertades de culto y de expresión, educación, salud y trabajo, instituciones sólidas dirigidas por revolucionarios honestos y bla, bla, bla.

A los presidentes priistas de la república se les llenaba la boca al afirmar que México vivió una era de paz y tranquilidad durante 90 años debido al Partido Revolucionario Institucional.
Sin embargo, ese pueblo mexicano se cansó de vivir en esa jaula, decidió cambiar dicho sistema revolucionario caduco y votó por López Obrador, que durante 18 años cantó a la esperanza, a la paz y al amor, proponiendo una cuarta revolución (transformación, es lo mismo), con los lemas “no robar”, “no mentir”, “no traicionar”, sinónimos de corrupción e impunidad, así como perdonar y olvidar.

NUEVA ERA DE APÓSTOLES Y CAUDILLOS
López Obrador celebró este día 20 los 108 años de la Revolución de 1910 ante el monumento erigido en memoria de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, asesinados por órdenes de Victoriano Huerta, a quienes recordó como Apóstol de la Democracia y el Caballero de la Lealtad, respectivamente.

HONRARÁ A ESOS REVOLUCIONARIOS
Durante la cuarta revolución, que empezará el 1 de diciembre, López Obrador reivindicará al Barón de Cuatro Ciénegas, Venustiano Carranza.
Después, quién sabe si ensalce al Manco de Celaya y al Jefe Máximo de la Revolución.
López Obrador ya anunció que se le hará justicia a Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur. Es posible que incluirá al Centauro del Norte, Francisco Villa.
El Indio de Guelatao es el héroe del Peje. No tardará el turno del Tata Lázaro.

¿SOLO MI CHICHARRÓN TRUENA?
Con la extinguida Revolución de 1910 finaliza una época de corrupción e impunidad. Comenzará otra, la cuarta, con las peores expectativas: líderes y diputados a modo, dirigentes y senadores de contentillo, fiscales carnales, encuestas preconcebidas, cancelación de proyectos, reducción de sueldos —menos los de diputados—, eliminación del fuero y otros etcéteras que comenzarán a regir.

Anselmo Estrada Alburquerque