El autobús en el que llegó el plantel de Boca Juniors al Monumental fue agredido por la afición de River Plate, y algunos futbolistas tuvieron que ser llevados a una clínica para ser atendidos por cortes y el efecto del gas lacrimógeno. Entre los afectados están Pablo Pérez y el juvenil Gonzalo Lamardo.

Esta situación es la razón por la que el partido de vuelta entre River y Boca sería suspendido. Según versiones, Pablo Pérez tuvo que ser asistido y enviado a una clínica por tener restos de vidrio en sus ojos. Además, se supo que Leonardo Jara sufrió unos cortes en una de sus piernas, según Marca.

El problema comenzó cuando la delegación xeneize arribó al Monumental. Una multitud intervino y rompió vidrios del autobús.

La intervención de la policía no fue atinada, puesto que al lanzar gases lacrimógeno terminó por afectar al propio vehículo de Boca.

Con información de Marca

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