Este sábado, familiares y amigos de las 137 personas fallecidas en la explosión del pasado 18 de enero en un ducto de Pemex que cruza por la comunidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, realizaron una misa.
La homilía fue oficiada por el obispo de la diócesis de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez, quien dijo entender el dolor de los deudos, a quienes puede parecer poco tiempo el que ha pasado desde la tragedia, pero señaló que ya van 120 días y que es momento de cerrar ciclos, “deben tratar de continuar”, los exhortó.
El religioso envío un mensaje de esperanza y fe en que reencontrarán a sus familiares, quienes sólo se adelantaron a la vida eterna que ahora comparten junto con Jesús, e insistió en que se debe continuar la vida, “el mejor homenaje que le pueden hacer a las víctimas es continuar viviendo con pasión y alegría”, les mencionó.
Miguel Ángel Martínez / Tlahuelilpan
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