El dirigente de los tianguistas de Mineral de la Reforma, César Lemus Arias, se deslindó de los hechos violentos suscitados el pasado 21 de enero en la teleaula de este municipio, y los atribuyó a un grupo de choque liderado por la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), pagado por Jesús Tovar Ledezma, director de Comercio y Abasto.
Un día después de que un juez de control lo vinculó a proceso, acusado de cinco delitos, dijo que los destrozos no los causó su grupo y que él y sus seguidores ingresaron únicamente “para calmar los ánimos”.
Afirmó lo anterior pese a que en las grabaciones realizadas por los medios de comunicación que cubrieron la protesta se observa el momento en que propina un empujón al regidor Héctor Anaya Ballesteros y le arrebata una carpeta con documentos. “Quítale eso”, se escucha en uno de los videos.
“Hay un grupito de choque que crearon los destrozos, no fuimos nosotros; nada más llegamos a calmar el asunto, toda nuestra gente se quedó afuera. De las personas que estábamos ahí, ninguna entró al Cabildo, más que los dirigentes, para calmar la situación que ahí traían los violentos, que no son comerciantes”, excusó.
Cuestionado sobre cuál era la finalidad de que Tovar Ledezma enviara a un grupo de choque, respondió que “detener a los que más son incómodos en el municipio”: él como líder del comercio.
Externó que sus agremiados rechazan el reglamento que busca aprobar la Asamblea y que recurrirán a instrumentos legales para frenarlo; por tanto, no descartó que vayan a interponer un amparo colectivo contra la ordenanza.
Advirtió que los tianguistas mantendrán una “resistencia civil pacífica” en torno a la aprobación de dicha ordenanza por parte de la Asamblea mineralense.
Pidió mesura al director de Comercio de la demarcación, a efecto de evitar una confrontación con los comerciantes.
Yuvenil Torres l Pachuca
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