Con señales de asfixia encontraron el cadáver de Sarahí, de 29 años, originaria de Pachuca, dentro de la habitación que rentaba, en Zapopan, Jalisco. Foto: Reforma
Con señales de asfixia encontraron el cadáver de Sarahí, de 29 años, originaria de Pachuca, dentro de la habitación que rentaba en la colonia Residencial Victoria, en Zapopan, Jalisco.
Ella trabajaba en un autolavado, y fue su jefa quien la encontró luego de que la fue a buscar a su casa en la calle Obsidiana, entre Lapislázuli y Zafiro, en el municipio de Zapopan.
Sarahí era originaria de Pachuca, Hidalgo, y hace un año tuvo un problema con su pareja sentimental en el estado de Michoacán y el hombre la acuchilló.
Hace seis meses, Sarahí llegó a vivir a Jalisco y consiguió el empleo en el autolavado; su patrona le rentó un cuarto de una casa que compartía con otros inquilinos.
De manera extraoficial, policías informaron que un hombre visitaba ocasionalmente a Sarahí y se indaga si es el mismo que la agredió en Michoacán.
“Una persona efectivamente del sexo masculino que se hacía pasar por su pareja, en ocasiones venía a visitarla”, explicó un policía de Zapopan.
La jefa de Sarahí refirió que la última vez que la vio fue el lunes alrededor de las 19:00 horas, y como el martes no llegó a trabajar se preocupó, avisó a la Policía que no aparecía y fue a buscarla a su casa.
La mujer encontró a Sarahí recostada bocarriba sobre su cama, con una almohada en la cabeza.
Paramédicos acudieron y confirmaron que estaba muerta, tenía moretones en el cuello en señal de que fue asfixiada.
No hubo testigos que pudieran señalar quién la mató, aunque el principal sospechoso es su ex pareja.
Daniel Gaspar
Agencia Reforma
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