En lo que fue una inusual elección tumultuosa de medio término, millones de votantes en Estados Unidos otorgaron ayer el control de la Cámara baja al Partido Demócrata colocando un dique a la agenda del Presidente Donald Trump hasta 2020.
Conforme a lo esperado, los republicanos mantuvieron el control del Senado.
Con triunfos en suburbios ricos de Texas hasta Nueva York, los demócratas habrían alcanzado hasta 35 nuevos escaños en la Cámara, según proyecciones de medios, limitando a Trump en diferentes políticas como inmigración, presupuesto o iniciar investigaciones contra él.
“Lo de hoy (ayer) va más allá que algo entre demócratas y republicanos”, dijo la todavía líder de la minoría demócrata Nancy Pelosi, quien podría perfilarse como presidenta de la Cámara Baja.
“Se trata de restaurar la rendición de cuentas ante la Administración Trump”.
Además del triunfo en la Cámara baja, los demócratas arrebataron las Gubernaturas de Kansas, Illinois, Nuevo México y Michigan a los republicanos, pero sufrieron fuertes derrotas en el Senado al perder en Indiana, Florida, Missouri y Dakota del Norte.
“Tremendo éxito esta noche. Gracias a todos”, escribió anoche Trump en Twitter cuando ya las proyecciones daban por perdida la Cámara de Representantes para los republicanos.
El nuevo control legislativo de los demócratas incluye varios poderes, como el de iniciar una nueva investigación en el Comité de Inteligencia sobre el Rusiagate o el de exigir copias de las declaraciones de impuestos del Presidente.
José Díaz Briseño
Agencia Reforma