El recorte de 4 mil 218 millones de pesos que anunció el director general del IMSS, Germán Martínez, para el próximo año resulta preocupante, pues sería difícil disminuir tanto dinero sin afectar la calidad de los servicios, consideraron analistas de políticas públicas.
Martínez aseguró que el ajuste se aplicaría al gasto corriente y que no afectaría la compra de medicinas ni la contratación de personal médico.
Sin embargo, Alejandro González, ex director del centro Gesoc, señaló en entrevista que es muy poco probable que no se afecten los servicios de salud con un recorte tan grande.
“El IMSS tiene carencias importantes y, en vez de quitarle presupuesto al IMSS, yo estaría más contento si el director dijera: ‘Vamos a ahorrar 4 mil millones de pesos de gasto administrativo y lo vamos a redireccionar al área de servicios sustantivos’.
“Anunciar recortes en el sector salud nunca es buena noticia”, dijo.
González detalló que lo que se podría hacer es dirigir el recorte a espacios de comunicación social, gastos administrativos, apoyos para viajes internacionales y nacionales, a eventos o a posibles inversiones en cómputo.
También podría dirigirse hacia plazas de personal de otras áreas, como personal que fiscaliza a las empresas para recaudar dinero o personal vinculado a la prestación de servicios de seguridad social, como guarderías, añadió.
Recordó que, según datos de la OCDE, en México se destina el 9.2 por ciento del total del gasto en salud a gasto administrativo, cuando el promedio de los países miembro de este organismo es de menos de 4 por ciento.
“El costo de operación de los servicios de salud en México es alto, uno de los más altos. Si uno se apega a esa cifra, uno pensaría que hay espacio fiscal para recortar sin afectar los servicios, pero se ve difícil”, reiteró.
González cuestionó que el nuevo Gobierno quiera aplicar por igual las estrategias de austeridad en todos los sectores.
“Es bueno en Presidencia, donde había gran burocracia, pero no puedes poner los mismos criterios en salud que en Presidencia”, reprochó.
“Recortar en el sector salud, si no se recorta al área administrativa para ponerle más al área sustantiva, pues es ilógico, es un contrasentido”, agregó.
En tanto, Judith Méndez, especialista en finanzas de salud del Centro de Investigación Presupuestaria (Ciep), señaló que es preocupante que ese dinero se recorte, en vez de reasignarlo a servicios médicos.
“Lo que a mí me preocuparía es que ese monto no tenga una reasignación”, expresó.
Expuso que podrían ser eficientes en el gasto del IMSS, ahorrar, por ejemplo, en rentas, y dedicar ese dinero a la mejora de la atención, en vez de recortarlo.
Dulce Anahí Soto Luévano
Agencia Reforma
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