La pasión por el futbol invade por igual, no importa si eres todo un ‘godínez’.
Para disfrutar de un partido de España o Portugal sólo basta de una cerveza y una charla con tu compañero de trabajo en la hora de comida.
“Aprovechamos que era nuestra hora libre y le pedimos chance al jefe de llegar unos minutos más tarde.
“Le vamos a México, pero esos son de los partidos que no te puedes perder, ya sabes, que tal que con uno de ellos es la final”, aseguró Martín Campo, que asistió a uno de los bares de la Calle de Madero para ver el juego de España contra Marruecos.
Pero no sólo España hizo a algunos escaparse de su trabajo, Cristiano Ronaldo de esos jugadores que paraliza a toda la calle de Bolívar.
En cuanto se marcó el penal a favor de Portugal, todos los que pasaban por ahí se detuvieron, se quedaron fuera del restaurante y miraron cómo el delantero del Real Madrid fallaba el tiro.
A unos la sonrisa los invadió y otros lo lamentaron, pero ninguno de los presentes se quiso perder el momento.
“No me cae bien Cristiano, pero juega muy bien y que le pase esto en un Mundial es feo, porque de él depende que su equipo siga avanzando”, comentó Omar Sandoval, que regresaba a su trabajo con mucha prisa, pues ya se había tardado más de la cuenta.
Muy pocos deportes logran ser un estilo de vida como lo es el futbol, no importa el día y mucho menos el lugar, simplemente se disfruta.
Sineli Santos
Agencia Reforma
