La compañía Danza Inclusión, integrada por personas con discapacidad, se prepara para dar su primera presentación profesional, programada para el segundo semestre del año, después de un largo camino de ensayos, además brindará presentaciones pequeñas previas a lo largo del año.

La licenciada en danza, Abril Alejandra Vázquez García, creadora del proyecto, tiene experiencia de siete años en atención a personas con discapacidad.
Hace tres años, Vázquez García se graduó y lanzó el proyecto llamado Danza y neurodiversidad, un taller de baile contemporáneo para personas con discapacidad física  o intelectual.

Ahora el objetivo es formar un grupo de danza para que los niños tengan una vida profesional dentro del arte.

“La compañía cuenta con cinco integrantes que ya están haciendo montajes. Harán clases muestra cada dos meses ante público y en el mes de septiembre hagan algo más en
forma”, señala.

A decir de la maestra de danza, cualquier disciplina es una alternativa para la formación integral del ser humano. “No podríamos decir que alguien sea mejor o no en un ámbito, sino que
hay que buscar la forma en que todos puedan hacerlo y participar”, señaló.

Lo que ella trabaja son grupos integrados, pues asegura que la inclusión no se trata de  que las personas con discapacidad se metan al ritmo de los demás, sino que el resto también entre al ritmo de ellos. “Se trata de encontrar una armonía entre las diferentes formas de vivir”.

Vázquez García dijo que siempre hay cambios en los niños que practican danza, sobre todo en aquellos en los que hay constancia. Algunos niños llegan sin expresarse y con el tiempo lo logran, además de que aprenden a socializar y trabajar  en equipo.

“El arte es una herramienta que nos ayuda a cambiar a la sociedad. Quizá a partir de una acción más pequeña podemos mover conciencias y hacer un mundo más amigable
para todos”.

Sara Elizondo I Pachuca