A un costado del Camino Real de Tepeji del Río se encuentra la presa artificial Requena, construida entre 1934 y 1938.

Durante un recorrido para FDS, el escritor Octavio Jiménez narró que la presa fue hecha sobre una gran necrópolis (cementerio), lugar de paso en el que los indígenas enterraban a sus muertos.

A este cuerpo de agua, de unos 6 kilómetros de longitud, que tiene un silo en medio, en años recientes han llegado aves que no son endémicas, como garcillas y pelícanos, gracias a un proceso de migración.

Junto a la presa se encuentra la zona denominada el Tesoro, del antiguo Tepexic, creada entre los años 1480 a 1500, con una gran cantidad de vestigios arqueológicos.

Entre los atractivos de este espacio está la práctica de la piscicultura, por lo que los paseantes pueden pescar carpas para consumirlas. Además, se pueden realizar paseos recreativos en lancha.

Hasta la presa Requena hay diferentes accesos, uno de ellos, a la altura de la hacienda Caltengo y otro más, el parque ecoturístico San Miguen Vindhó, espacio de esparcimiento construido por ejidatarios de la zona donde la gente puede pescar, utilizar los asadores o comprar alimentos, que se elaboran bajo las palapas. Además, es un lugar propicio para acampar o rentar cabañas.

Sara Elizondo I Pachuca