En el municipio de Epazoyucan se encuentra el Cerro de las Navajas, lugar que, según las culturas originarias, es energéticamente fuerte, por lo que aquí se llevan a cabo caminatas y rituales prehispánicos con el apoyo de guías turísticos.
En este lugar, que se encuentra en la comunidad de El Nopalillo se hace un sendero de luz con incienso y el sonido de campanas, que va desde la entrada del parque ecoturístico (que se encuentra en las faldas del cerro) hasta la zona arqueológica donde se ubica una capilla franciscana del siglo XVI.
Es una caminata en zigzag, con forma de serpiente. Al llegar a la zona arqueológica se hace un ritual de “sanación” de las personas, además de que se lleva a cabo una narración del origen y desarrollo de la zona en la que habitaron indígenas y que después se convirtió en un lugar de extracción de minerales, aún cuenta con tiros de mina.
El recorrido también incluye la visita a diferentes talleres de piezas de obsidiana, piedra que es apreciada en diferentes lugares del mundo.
Este tipo de recorridos termina con una deliciosa comida: ensalada o mixiote de la región, gelatina de xoconostle y agua de jamaica.
El guía de estos recorridos es Andrés Ramírez, quien comenta que, al ser un lugar donde hay obsidiana, en la actualidad se le atribuyen muchas cualidades curativas, místicas y religiosas al cerro de las Navajas.
“Se cree que atrae buena energía y abre umbrales de espiritualidad”, también se dice que cura malestares como el estrés.
“Hay sanadores especializados en el tema que hacen rituales en la zona de la montaña en fechas específicas, una vez al mes. Por ejemplo, el próximo 4 de mayo, habrá un ritual de sanación por medio de obsidiana”.
INFORMACIÓN
Sara Elizondo I Pachuca
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