Disfrutar del turismo de naturaleza, es la invitación que hace Carlos Alberto Fernández, promotor del cuidado de los ecosistemas, quien asegura que se trata de una experiencia excepcional, que no necesita de elementos que puedan dañar los espacios.

El artista plástico de origen argentino, que diseña y crea personajes relacionados con cuidado de la naturaleza, señala que su trabajo comenzó después de un viaje a La Patagonia, el cual, desde el principio, le generó un impacto tan fuerte que le provocó la necesidad de aprender y enseñar al respecto. “Nuestra relación con el medio natural es sagrada, como lo saben muchas culturas del mundo, incluyendo México, con una cosmovisión en la que su base es la conexión con la tierra”, dice.

El promotor, que estuvo trabajando en Hidalgo durante este año, asegura que el hecho de viajar le hizo redimensionar el concepto turístico. “Muchas veces se da una idea errada y direccionada, porque no nos hablan del respeto por los árboles, del cuidado del agua.

Vamos a lugares naturales y dejamos una gran cantidad de objetos difíciles de asimilar: plástico, lata, vidrio. El equipo de audio se pone a gran volumen, a pesar de que hay fl ora y fauna sensible”.

Carlos asegura que es una contradicción acudir a espacios naturales para generar ruido y no disfrutar la conexión con el lugar. “Hay conceptos de centros ecoturísticos que en realidad no lo son, por lo que deben tener una reglamentación, con separación de basura, sin entrada de plásticos ni otros productos nocivos.

El tema es que la convivencia sea sana y evitar la pérdida de ecosistemas”, señala. Él pone como ejemplo algunos lugares en Bariloche, Argentina, donde los pueblos originarios tienen el plan de manejo de los espacios turísticos, basado en su cosmovisión, y trabajan con mucho respeto a partir de ceremonias y criterios específicos.

Propone que en México haya más comanejos para que las comunidades originarias tengan ingresos, con una mirada más acertada de la relación entre el hombre y el cosmos. “Hacer un turismo de naturaleza real es transitar por una experiencia vital entendiendo que todo tiene energía y la naturaleza es necesaria para la supervivencia del ser humano”, concluye.

Sara Elizondo