Emociones Inteligencia Emocional (3ra parte)
 
Hace (65) meses
 · 
Compartir:

Mi estimado lector, ¿cómo te fue esta semana? Hiciste alguna dinámica propuesta, si es así, me gustaría saber qué pasó. En el artículo anterior mencioné que esta semana trataremos sobre cómo potenciar tu Inteligencia Emocional.

 

“Para ser irremplazable, uno siempre debe ser diferente”

Coco Chanel

 

  1. Identifica y conoce tus emociones

Tus emociones se basan en la manera de cómo te sientes y afrontas situaciones en tu vida diaria, estas situaciones pueden estar relacionadas con tu manera de pensar, tu forma de sociabilizar y las circunstancias que enfrentas y que no están bajo tu control.

Uno de los pilares para desarrollar la Inteligencia Emocional está basado en el reconocimiento de nuestros propios sentimientos para después manejarlos adecuadamente, lo importante es saber cuáles son nuestros pensamientos inmediatos. Por ejemplo: si tenemos una discusión con cualquier persona, ¿qué es lo primero que piensas? Yo te aconsejo que escribas diariamente estos pensamientos-emociones para que así puedas revisarlo e identificar los patrones que están en ti para trabajarlos y eliminarlos o acudir con un especialista para que te ayude a trabajarlo.

 

2.Prestar atención a tus comportamientos

Una vez que hayas identificado tus emociones, que es el primer paso para iniciar, tienes que per-catarte sobre tus comportamientos, por ejemplo: ¿Cómo reaccionaste cuando discutiste con alguien de tu trabajo o tu pareja? Pudiste comunicarte adecuadamente o esto afectó tu día y tu productividad. Escríbelo.

 

3.Responsabilidad de tus emociones y pensamientos

Stephen Covey, autor del libro Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, nos dice que uno de los principales problemas de las personas es que tendemos a culpar a otros y al destino de cómo nos sentimos; buscamos la culpa de nuestros problemas, situaciones, inclusive de nuestras emociones fuera de nosotros.

Parte del desarrollo de la Inteligencia Emocional y aquí es donde radica la parte más difícil, es aceptar que nuestras emociones y comportamientos dependen única y exclusivamente de nosotros. Tú eres el único responsable de manejar tus experiencias y relaciones con los demás, sean positivas o negativas.

Un ejemplo: te sientes lastimado por alguien que dijo o hizo algo y te castigas o llenas de pensamientos negativos? Tu eres el único responsable de estos sentimientos, la otra persona no te obliga a culparte o hacerte sentir mal, aunque, su intención sea esa. Este proceso es el punto más importante en Inteligencia Emocional y también el más desafiante y a veces por qué no decirlo el más complicado.

En donde empiezas realmente a manejar tus emociones eliminando experiencias y sentimientos negativos es en tu cerebro, entonces el cambio en ti, es por supuesto positivo.

 

4.Conviértete en una persona más proactiva que reactiva

Ante muchas situaciones difíciles o de estrés, tendemos a reaccionar de manera inconsciente (reactivamente). Esto implica que nos dejamos llevar por nuestras emociones y por lo tanto no pensamos en las posibles consecuencias de nuestras acciones.

 

Emoción = Acción

Reaccionar de una manera consciente ante momentos difíciles implica identificar como nos sentimos y decidir de manera consciente la forma en que vamos a actuar, ser proactivo es tomar responsabilidad total de tus actos, conociendo todas las posibles consecuencias

de ellos.

 

5.Conviértete en una persona de pensamientos positivos

Una vez identificadas tus emociones y comportamientos, reaccionarás de manera consciente a las situaciones que cotidianamente enfrentas y asumirás toda la responsabilidad de ellas. Lo que nos lleva al último paso.

 

6.Crear pensamientos positivos

La clave de la Inteligencia Emocional es como manejamos nuestras emociones para que las situaciones difíciles no  nos destruyan, por ejemplo: cuando estabas esperando respuesta por un trabajo que creías que era el ideal, y la respuesta al final es negativa, cambia los pensamientos nocivos como: “no soy suficientemente buenx”, “era demasiado para mí” o “nunca lo lograré”, pon ideas como por ejemplo, “esta vez no lo hice posible pero aprenderé y trabajaré duro para conseguir el siguiente”; al final es cambiar el chip de tu reacción que tienes ante determinados eventos que están fuera de tu control.

Recuerda que la Inteligencia Emocional es una habilidad que requiere de práctica, así que a partir de hoy, manos a la obra, necesitas tiempo y dedicación pero una vez que logres controlar tus emociones y ser una persona proactiva notarás el cambio positivo en tu vida personal y las relaciones con los demás.

Esto es lo más importante de la Inteligencia Emocional, todo pasa por ti, a diferencia de otras habilidades, la Inteligencia Emocional te hace tomar el control de tu vida y ser responsable de todas las emociones y acciones que manejas de forma consciente o inconsciente. Recuerda que tu mente es poderosa. La siguiente semana cerraremos este tema hablando sobre la Inteligencia Cognitiva y la diferencia con la Inteligencia Emocional.

Si tienes alguna duda o comentario, escríbeme.

“Quien se dedica tiempo para mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para criticar a los demás”

– Madre Teresa de Calcuta

 

 

 

Alberto Tristany Zarauza

Compartir:
Etiquetas:
Relacionados
Se dice
/seDiceGift.png
Especiales Criterio
/transformacion.jpeg
Suscribete
/suscribete.jpg
Más popular
Por Redacción Criterio . 14 de marzo de 2024
Por Redacción Criterio . 19 de marzo de 2024
Por Redacción Criterio . 15 de marzo de 2024

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad