Si alguno de los luchadores recuerda a Francisco Alonso Lutteroth con gratitud y cariño es precisamente Atlantis, quien vio crecer su carrera en los encordados de manera paralela a la que el directivo de la entonces Empresa Mexicana le dio vida a la Seria y Estable.

De hecho, fue Paco Alonso quien le abrió las puertas de la Arena México y quien le dio la oportunidad de debutar y enfilarse a ese estrellato que tanto presume el enmascarado, después de 36 años de carrera.

“Paco Alonso tenía un corazón excelente, era una persona muy humana y me pegó muy fuerte su partida. Cuando llegué a la empresa me vio algo, por eso me dio la oportunidad, como a todos los jóvenes. Así que, cuando el domingo pidieron el minuto de silencio en la Arena México, pensé que sería por el Perro Aguayo, pero me llevé la sorpresa de que era por Paco Alonso. A todos nos cayó por sorpresa, como una cubeta de agua fría. Fui a luchar a Guerrero el sábado y no estaba enterado, así que, cuando dijeron en el ring, a todos los luchadores se nos vino encima la noticia; se enfrió el ring”, comentó Atlantis.

“Creo que le cumplí, pues creo que nunca le quedé mal o le fallé. Fui y he sido muy profesional, siempre fiel, ya que nunca cambié de empresa, todo gracias a él”, finalizó.

Jorge Marrón
Agencia Reforma

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