A la sombra del suegro
 
Hace (60) meses
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Yo no sé si el Ricardo La Volpe andaba nerviosito ante la falta de chamba en el futbol mexicano, lo que sí sé es que su yerno sí que lo estaba.

Y es que mucho antes de que Toluca fuera a tocar las puertas del Bigotón, mi Judas de los Desempleados, que ya ven que se anda paseando por todos lados y le gusta hacer escalas en Guadalajara, me contó que hace ya un ratote que Rafael García había decidido no permanecer cruzado de brazos y se puso a buscar chamba en el futbol mexicano.

Lo que mi Judas no me quiso contar fue si el Chiquis decidió empezar a moverse porque ya no le alcanzaba para pagar le mensualidad de Netflix (y ya viene la nueva temporada de Stranger Things) o porque ya estaba harto de trabajar con el señor del “Sho armé al Monterrey”, “Sho hice a los Márquez, a los Lainez, a los Guardado”, la cosa es que de que el Chiquis buscó opciones lejos del suegrito, que no le quepa duda a nadie…

En su descargo tengo que decirles que Rafa es un chavo que se ha venido preparando muy bien en eso de la dirección técnica y que ha hecho buenas relaciones en el futbol mexicano, además de que no se puede negar que bajo el amparo del Bigotón algo de lo bueno del argentino se le debe haber pegado; la gran bronca es que es precisamente la sombra de su suegro la que en teoría no le ha permitido alzar el vuelo por sí solo.

Y es que cómo olvidar que desde sus tiempos de jugador, al Chiquis le llovió toda clase de vituperios por ser el yerno de La Volpe, con aquel triste episodio previo al Mundial de Alemania como momento estelar, cuando el Bigotón bajó a Jimmy Lozano de la lista definitiva con tal de subir a su familiar.

Ahora, chorromil años después, se apareció el Diablo y Rafa fue tentado a irse a trabajar con él, pero nuevamente como auxiliar de su suegro y, bueno, mi Chiquis aceptó…

Ojalá y no pase tanto tiempo para que a Rafa le llegue una oportunidad de demostrar que él puede ser el mero mero de un banquillo y sin bigote de por medio…

AGUAS CON EL AGUA… BENDITA
El chileno Igor Lichnovsky fue la estrella inesperada del evento en que Cruz Azul presentó su nuevo autobús el viernes pasado.

Y es que el defensa celeste fue uno más de la tropa durante toda la ceremonia, pero cuando la cosa se puso religiosa y el sacerdote católico que bendijo el vehículo empezó a rociar agua bendita a los miembros del plantel cementero, Lichnovsky hizo un quiebre magistral para esconderse detrás de la mascota Blu, quien por ahí andaba.

Y bueno, antes de que empiecen con sospechas malévolas, mejor les cuento que Lichnovsky profesa el cristianismo evangélico como religión, es decir, no es católico, y entre las cosas que no cree está el agua bendita de un sacerdote católico.

De hecho, él ha sido el motivador para que algunos otros jugadores celestes se sumen a sus creencias, como José Madueña, Antonio Sánchez y hasta Santiago Giménez, hijo del ex jugador Christian Chaco Giménez.

Tan se dieron cuenta del movimiento que hizo Lichnovsky, que hasta Pedro Caixinha se sonrió al ver cómo su dirigido se tapaba con la botarga cementera con tal de que no le cayera agua bendita.

Cuentan que el zaguero se volvió a esta religión cuando militaba en el Necaxa, gracias a Matías Fernández, quien lo encaminó por ese rumbo.

EL LAINEZ DE LAS DOS TORTAS
Al menos esta semana, Diego Lainez ha de odiar al Betis…

Y es que si el cuadro sevillano no hubiera llegado a las oficinas del América con un costal de billetes, el canterano azulcrema habría vivido ayer un momento histórico, mágico e inolvidable en el Estadio Santiago Bernabéu.

Y es que seguramente a varios de ustedes ya se les olvidó que el Ajax ya había hecho una oferta muuuy importante para llevarse a Dieguito, pero justo cuando las firmas estaban a punto de estamparse en los papeles, apareció el Betis y se llevó a Lainez, evitándole así haber sido parte de la gesta del cuadro holandés que le pintó la cara al Real Madrid echándolo de la Champions League en octavos de final, goleándolo 4-1 en su estadio.

Para colmo y como una cruel casualidad, justo esta semana Lainez se quedó sin aspiraciones de jugar la final de la Copa del Rey en su estadio y ante el Barcelona luego de que el Valencia eliminó al Betis en semis, en la cual Dieguito no jugó la vuelta.

Maldito dinero…

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