A lo que sigue
 
Hace (68) meses
 · 
Compartir:

La Copa del Mundo se ha desnaturalizado un poco.

Ver las rondas finales con algunos polizontes como Croacia, Suecia, Rusia y Bélgica le hacen ver un poco rara. No por los que sobreviven, sino porque ocupan el lugar que correspondería a los españoles, argentinos, portugueses o colombianos.

La ausencia de México a estas alturas, seamos sinceros, sí es natural. El Tri tiene su tope establecido hace casi 30 años y salvo nosotros, nadie lo extrañará demasiado. Caemos bien, a veces refrescamos, pero no dejamos gran huella.

El estatus actual indica un desgaste normal de Juan Carlos Osorio con su entorno, futbolistas, que difícilmente llegarán a la siguiente Copa del Mundo por deseos o por edad, y una liga que necesita darle más oportunidad a quienes algún día tendrán que relevar a nuestros consagrados.

Armar el rompecabezas no será sencillo. El proyecto implica riesgos importantes que necesitan de una mano sabía que sepa acomodarlas y darle tiempo al tiempo.

Varios países han demostrado cómo se puede avanzar en el competido mundo del futbol. Hay un camino corto y uno largo, que no son excluyentes.

El más “breve” consiste en exportar futbolistas -más de los 13 actuales- a las mejores ligas del mundo y obtener con ello un nivel competitivo mayor al que ofrece jugar en la liga local, cualquiera que esta sea.

Conforme más futbolistas tengan un país haciendo diferencia en los equipos importantes de las ligas más competitivas, mejores alcances tendrá cuando vistan la camiseta de su selección. Para ello, se tiene que producir talento con calidad exportación y un buen sistema de promoción.

El camino más largo consiste en mejorar el nivel de cada liga, pero no solamente con la contratación de buenos extranjeros, sino con el equilibrio necesario para que el jugador local no pierda la posibilidad de jugar.

Quién sucederá a Márquez, y en su tiempo a Guardado, Layún, Vela o al descontinuado Gio es una pregunta mayor. Hoy no se ve el recambio necesario ni en cantidad ni en calidad.

No podemos asirnos como en el caso de algunos de los indiscutibles titulares de hoy en el proceso de selecciones menores. Ni siquiera en la generación Sub 17 campeona del mundo en México, porque, a diferencia de la de Perú, casi ninguno de ellos juega regularmente. No existen muchos nombres claros de lo que sucederá, aunque existe talento -Montes, Jonathan, Láinez- que ofrece cierta esperanza.

Una selección es habitualmente el reflejo de su liga. La de México tiene un buen nivel, pero necesita mejorarlo aún más.

El asunto a resolver no es si sigue o no Juan Carlos Osorio, sino a quiénes dirigirá el próximo técnico en turno. Se nos empieza a terminar la actual generación.

Francisco Javier González I Agencia Reforma

Compartir:
Relacionados
title
Hace 7 días
title
Hace (3) meses
title
Hace (5) meses

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad