Aunque sé que el América va a aplicar la de “Ni te escucho ni te leo”, es mi deber contarles de la joya que estarían por adquirir.

(Aclaro que aún no se cierra, aún no está asegurado al 100%, pero sí muy cerca. En cualquier momento podrían anunciarlo. Solo que me gusta ser preciso: hasta anoche, no estaba 100 por ciento cerrado).

Nicolás Castillo no es como lo pintan, es un jugador arrogante que siempre llega con muchas peticiones de índole personal y no le interesa lo que puedan pensar sus compañeros.

No le gusta vivir por el sur de la Ciudad, su zona favorita es Santa Fe, ni de broma le agrada acudir a conferencias de prensa o dar entrevistas, aunque ahora va a tener que atender cuando menos a los medios oficiales, no le gusta apoyar en campañas o trabajo social, su día termina cuando acaba el entrenamiento.

A ver si Miguel Herrera le aguanta que quiera tener su propio preparador físico, que busque agarrar a los utileros de sus asistentes personales o que quiera terminar los entrenamientos antes de tiempo o que se lesione a cada rato.
Cuando jugó un amistoso con la selección chilena hace unos meses, casi casi lloró en la zona mixta por querer volver al futbol mexicano porque en Portugal no jugaba, lo que se le olvidó decir es que su retorno costaba millones de dólares.

Ya están avisados, para que no digan que no les dije.

PD. Si quieren verlo feliz déjenlo ir todos los lunes a jugar golf para sacar el estrés del fin de semana.

¿Y LAS MENORES?
Les he contado que ahora que se fue Dennis te Kloese de la dirección de Selecciones, Memo Cantú dobló las manos con Gerardo Martino y aceptó contratarlo con todo y su tropa de colaboradores: seis más el pilón.

Ese pilón fue incorporar a Norberto Scoponi, en el cargo de “enlace con Selecciones juveniles”.

Bueno, pues eso ya trajo consecuencias. Desde que se fue el holandés a la MLS para chambear con el Galaxy, la estructura de selecciones menores y varios de sus entrenadores y responsables se sintieron al garete, así que muchos pusieron sus barbas a remojar por si les llega el rastrillo.

Y no porque Yon de Luisa o Cantú vayan a hacer una limpia, sino por la desconfianza que ha generado en el proyecto el hecho de que ya no esté el principal guía del mismo, además de una posible duplicidad de funciones en el organigrama con el cargo de Scoponi, quien acumuló mucha experiencia como auxiliar de Rubén Nomas No Gano y como entrenador de porteros en la primera división, pero no tiene cartel en el trabajo con juveniles.

Así que Juan Carlos Ortega, quien hasta ayer seguía como coordinador de selecciones menores, está muy cerca de aceptar una de las dos propuestas que tiene para trabajar como responsable de fuerzas básicas en la Liga MX.

“Mejorías” deshoja la margarita entre el Grupo Pachuca y el Santos Laguna.

Los Pachucos lo han buscado desde hace meses para que se haga cargo de la cantera del León o de los Tuzos, al ver su eficaz trabajo en la captación de talentos y coordinación de selecciones sub 23, sub 20, sub 18 y Sub 17.

Ya sé que van a decir que cuando dirigió a las Chivas fue todo un desastre, y es verdad. Al hermano menor de Rafael Ortega no le fue bien con el primer equipo, pero no olviden que le tocó un Rebaño demasiado flaco, además de que lo suyo es el trabajo con la cantera.

Con Martino la dirección del Tricolor está solucionada, pero ¿cómo pensarán tapar los hoyos en las menores?
A Cantú le gusta más el estar cerca de la Mayor, viajar y platicar con los jugadores estelares. Gerardo Torrado no tiene ni idea de cómo organizar a las Selecciones menores ni a las femeniles.

Ya sin Te Kloese y posiblemente sin “Mejorías” ¿las Selecciones menores mantendrán su nivel para pelear Finales?
A lo mejor Scoponi sabe la respuesta.

San Cadilla