El lunes les conté cómo es que el señor Jérémy Ménez se estaba convirtiendo en todo un dolor de cabeza en el vestidor del América, y todo por la mala relación que lleva con Miguel Herrera.

Pues bueno, esta historia, lejos de dar un giro y arreglarse, resulta que cada vez se está torciendo más y todo porque el francés resultó ser toda una fichita que no tiene respeto por la autoridad… ¡y para las pulgas del Piojo!

Cuentan por ahí en las cloacas del Nido de Coapa que todo tronó el pasado jueves en los campos de entrenamiento del Ame en algo que empezó como una discusión entre Ménez y Miguel, y que terminó con Jérémy diciendo varias linduras dignas de la literatura francesa, que por su puesto me dejaron con el ojo cuadrado al Piojo.

Pues ese fue el boleto que sacó Ménez para no ser convocado al partido ante Toluca, y después hacerse la víctima y todavía responderle a su entrenador con un mensaje en Instagram, digno de un quinceañero enojado porque lo cortó su novia, cuando éste comentó que el jugador no tenía actitud ni para entrenar, cosa que no es mentira.

Lo raro de esta situación es que ningún otro jugador le hizo segunda al francés, porque pues qué necesidad de meter las manos por un rebelde sin causa, que sí hace grupo, pero que de repente también tiene algunos aires de divo.

Jérémy ya había llamado la atención de varios por algunos desplantes que ha tenido, incluido con algunos miembros del departamento de prensa del equipo.

Por lo pronto Ménez sigue entrenando en el Nido de Coapa y yo le recomendaría tomarle un poco de cariño a esa cancha 2, porque no sé si lo volveremos a ver jugar en un estadio mexicano.

DESHOJANDO LA MARGARITA
Las aguas siguen moviéndose en la cantera auriazul. Ayer por la mañana nos enteramos que Leandro Augusto ya no estaba tan a gusto, luego de todo lo que se movió el fin de semana en las redes sociales, y también cuando se enteró que ya no era indispensable en la vicepresidencia deportiva, menos.

Al todavía directivo de Pumas le pudo que su familia le pidiera que dejara el puesto y presentara su renuncia para hacerla efectiva al final del torneo, pues ante todo le señalaron que estaban molestos por la forma en que el presidente expresaba sus opiniones, pues se notaba que era un hombre explosivo que no tiene respeto por nadie.

Por ahí salió la versión de que ayer iba a presentarse en la oficina de Rodrigo Ares para dejar su renuncia por escrito, pero Leandro prefirió ponerle cabeza fría al asunto y tomarse unas horas para tomar una decisión definitiva.

Como lo dije hace un par de días, nadie debe permitir que le den media hora de gritos y regaños, porque ahora quedó al descubierto por un video que alguien tomó desde un palco del Estadio Azteca, pero han habido otros episodios de tremenda humillación para el brasileño y se ha quedado calladito.

Hay que entender que algunos jugadores nacieron para la cancha y nada más, que no tienen las virtudes y capacidades para hacer frente a labores de pantalón largo.

San Cadilla