Justo cuando venía ya en la zona de puntos en la décima posición, después de ganar cinco lugares en una carrera estratégica y de difícil ritmo, Sergio Pérez debió abandonar el Gran Premio de Singapur por falla en el motor.

El piloto tapatío había partido en el cajón 15 de la parrilla y fue el primero en iniciar la estrategia de paradas en pits en la vuelta 20, en un circuito callejero que deja poco margen para lograr posiciones ante el ritmo apretado entre todos los competidores.

El RP-19 del mexicano venía trabajando bien y, a base de conservar neumáticos y de contener ataques de otros autos, se logró poner en la posición 10 con la detención de los bólidos de arriba.

Sin embargo, después de un Safety Car provocado por un choque entre Romain Grosjean y George Russell en la vuelta 36, en el relanzamiento Sergio mantuvo la posición y contenía los ataques de Pierre Gasly con el Toro Rosso y Nico Hulkenberg con el Renault que venían en 11 y 12, respectivamente, hasta que vino una orden por radio para detener el auto inmediatamente.

“Detén el auto Checo, detenlo a un costado, hay un problema”, le reportó el ingeniero.

El piloto obedeció la orden en la vuelta 44 y se convirtió en el segundo abandono de la carrera, después de Russell, quien se impactó contra el muro ocho vueltas antes.

Su coequipero Lance Stroll, que había tenido un mejor arranque de carrera y rodar varias vueltas entre los primeros lugares, se cayó hasta la última posición al pinchar una llanta por tocarse con otro auto en una curva.

De esta manera los dos Racing Point quedarán fuera de los puntos en el GP de Singapur, que por ahora dominan los Ferrari, con Sebastian Vettel en el liderato y Charles Leclerc en segundo lugar.

Ramón Estrada I Agencia Reforma