Águilas machacan a los Pumas y llegan airosos a las semifinales
 
Hace (70) meses
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América se regodeó en su crueldad. Volvió a azotar a los Pumas, le ganó 2-1 (6-2 global) y consintió al “hijo” auriazul el resto del partido. Así, el águila voló a las semifinales del Clausura 2018.

Ningún azulcrema se despeinó, ni sudó en la serie frente a los del Pedregal durante 180 minutos. El 6-2 global, con el 2-1 de anoche, fungió como testigo de la superioridad emplumada en los cuartos de final.

Los “oles” en la grada del Estadio Azteca enmarcaron la humillación amarilla sobre los felinos en dos partidos de cuartos de final. Todos felices en Santa Úrsula.

Marcador que evidenció la distancia entre ambos clubes. Los americanistas presumieron aplomo y grandeza en la cancha como un equipo sólido, contendiente al título.

Universidad, en cambio, demostró que carece de virtudes para competir en una fase final. Sus jugadores se convirtieron en vagabundos en los cuartos de final. Reflejaron lo que es el proyecto de su presidente Rodrigo Ares de Parga: resultados de bochorno.

Al América no le bastó la cachetiza 4-1 a los universitarios en CU el miércoles.

Ayer, se dedicó a pasear a su rival por la cancha del Estadio Azteca y le volvió a ganar.

Tres minutos tardó el club amarillo en sabotear el proyecto auriazul de una remontada y apagar la vela de su milagro. Contragolpe atroz amarillo armado entre Jérémy Ménez y Mateus Uribe. El francés aprovechó el servicio del colombiano a un costado para regresarle el balón al nuevo goleador emplumado. Uribe, con el arco vacío, empujó la pelota para el 1-0 en el duelo y el 5-1 global.

A partir de ahí, el partido careció de sentido. Quedaban 87 minutos para acabar la serie. América consintió a su rival, lo “cascareó”, le dio un paseo a la pelota y le tuvo clemencia.

Universidad jugó con 10 elementos durante 70 minutos por los reclamos deMarcelo Díaz, quien vio dos tarjetas amarillas y se fue a las regaderas. En la misma acción, Luis Quintana y Pablo Barrera también se vieron amonestados. Una locura universitaria. Desquicio sin razón de ser.

Las Águilas, entonces, se convirtieron en caminantes en la grama del Azteca y los felinos estuvieron angustiados y en la búsqueda del consuelo de la dignidad. Una jugada individual de Jesús Gallardo, que culminó con un tiro que se “devoró” Agustín Marchesín, terminó en la igualada 1-1 (43’).

Pasividad americanista y algo de orgullo auriazul, que se trasladó hacia el complemento. Pumas intentó, por lo menos, ganar el partido con intentos deNicolás Castillo y Pablo Barrera. El primero terminó expulsado al 70’ por conducta violenta.

Cuando los de Coapa volvieron a decidirse a ir al frente, Andrés Ibargüen anotó con un envió de media distancia para hacer el gol del 2-1 (78’) y darle la novena victoria a Miguel Herrera como técnico de azulcrema sobre los auriazules en 10 encuentros.

A partir de ahora, el América se prepara para encarar las semifinales y seguir en la búsqueda de su estrella 13 de liga.

Se espera que el siguiente rival águila tenga mayor dignidad que los Pumas.

 

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El Universal

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